No hay caso con Arturo Vidal. Si no es la Selección la que lo hace jugar pese a no estar en su plenitud física, es Juventus. Así como hace dos semanas, Jorge Sampaoli lo hizo actuar los 90 minutos ante México en Santa Clara desatendiendo el hecho que  el volante arrastraba una fatiga muscular, ahora el turno es de Massimiliano Allegri, quien decidió convocarlo para el encuentro de hoy ante Milan por la Serie A, pese a que todavía sigue convalesciente de aquella lesión que se le produjo el pasado 30 de agosto en el estreno ante ChievoVerona.

Todo el revuelo que se generó en Italia por el estado físico con el que regresó el medioampista luego de su participación con la Roja, queda ahora en el olvido. Incluso, el aparente enojo de la gente de Juventus también, tomando en cuenta como manejaron la situación después del retorno de Vidal.

Sin ir más lejos, el 10 de septiembre, tras el regreso del mediocampista a Turín luego de ser liberado de la selección chilena, el propio cuadro italiano informaba en su página web que después de una serie de exámenes a los que había sido sometido, Vidal estaría al menos 20 días sin jugar. Incluso, en el propio comunicado se establecía que el periodo de ausencia podía ser mayor en caso de no realizar una rehabilitación acorde.

Aunque no lo decía directamente, Juventus dejaba en claro que la lesión del volante nacional se había producido con la Selección. De paso, abría un nuevo foco de conflicto con la Roja, toda vez que el cuerpo médico estaba al tanto de la fatiga muscular que lo afectaba tras el partido contra Chievo.

Sin embargo, 10 días después de aquel parte médico entregado por Juventus, donde prácticamente lo dejaban descartado para todos los partidos de septiembre, Vidal vuelve a aparecer en una convocatoria.  Y las interrogantes ahora se vuelven a posar sobre el cuadro italiano, recordando lo sucedido hace cinco meses, cuando lo hicieron jugar con el menisco roto de su rodilla derecha.

Aunque todo parece indicar que el chileno arrancará el duelo en el banco de suplentes, ya el hecho de acortar prácticamente a la mitad su proceso de recuperación resulta más que llamativo. La distensión muscular con la que regresó a Italia desde Estados Unidos ya no tendría efecto sobre Vidal, quien podría jugar algunos minutos esta tarde en el San Siro.

En todo caso, más allá de si si siente o no dolor, nuevamente el jugador queda en medio de la línea de fuego. Desde abril que no logra estar en óptimas condiciones. Y en la medida que se le corten los plazos de rehabilitación, apurando su regreso, los problemas físicos seguirán perjudicándolo.