Publicada de manera póstuma en 1925 por su amigo, el periodista Max Brod, el libro cuenta la vida de Joseph K., un empleado de un banco que una mañana es detenido por unos policías. Los cargos de los que se le acusa se desconocen, como tampoco se conoce ante quién ha de comparecer o quiénes son los miembros del tribunal que le va a juzgar.
A través del arresto surrealista de este personaje, el genio checo critica la estructura opresora de la sociedad de entonces y obliga al lector a reflexionar sobre lo loco y absurdo que resulta el mundo moderno.
Así comienza "El Proceso", una compleja novela gráfica que se publica de la mano de Chantar Montellier, una de las artistas más reconocidas de la "bande desinée" francesa, y David Zane Mairowitz, dramaturgo y escritor experto en la obra kafkiana.
Las ilustraciones, realizadas con un trazo fresco y ágil, reflejan a la perfección los sentimientos de frustración, angustia, desesperación y sufrimiento de un hombre que contempla cómo se acerca su fatal destino sin que pueda hacer nada para remediarlo.
Los dibujos en blanco y negro recogen el ambiente asfixiante en el que se desarrolla la obra.
Los rasgos definidos de los personajes transmiten un realismo intencionado que busca erizar la piel del lector y demostrarle que cualquiera podría verse algún día en la piel de Joseph K.
Los ojos penetrantes, las risas perversas y las calaveras bailarinas que se intercalan a lo largo de la historia, saliendo continuamente de las viñetas, recrean ese infierno interminable que vive el protagonista, confundiendo al lector y atrapándolo en una atmósfera totalmente onírica.
Una obra brillante y arriesgada, referente de la literatura universal, que se publica ahora en tira de cómic, pero conservando esa esencia siniestra que respira la obra de Kafka.