El volante Kaká, junto a Paulo Henrique Ganso, Alexandre Pato y Alan Kardec los principales baluartes en la exitosa campaña del Sao Paulo, segundo del torneo local, expresó hoy su deseo de volver a la selección brasileña y defendió la presencia de técnicos extranjeros en la liga.

"Las cosas me están saliendo muy bien en el Sao Paulo y creo que la selección tiene que analizar dónde me encajo en esta nueva fase y ver si puedo contribuir de alguna forma y estar listo. Y yo estoy listo", declaró Kaká en entrevista al canal de internet TV Folha.

Justificó una posible llamada por parte del seleccionador Dunga por la cantidad y secuencia de partidos buenos realizados con el Sao Paulo.

"La decisión es de la comisión técnica. Mi situación en la selección brasileña es diferente (a la de otras veces). Ellos necesiten evaluar bien si puedo contribuir y cómo puedo contribuir. Si me llaman, voy a ponerme muy feliz y contribuir como lo estoy haciendo con el Sao Paulo", subrayó.

Kaká admitió que dejó el Real Madrid para retornar al Milan con la esperanza de volver a la selección y disputar el Mundial de 2014, del que fue descartado por el entonces seleccionador Luiz Felipe Scolari.

"Hice todo lo que estaba a mi alcance y en el momento no entraba en los planes, por eso no estoy frustrado", comentó.

Después de la humillante derrota de Brasil por 1-7 ante Alemania, en la semifinal del Mundial pasado, Kaká reconoció que se puso "muy triste", pero señaló que "no es para cambiar todo por causa de eso".

"Es necesario reflexionar sobre la selección y los clubes. Somos 'pentacampeones' mundiales, pero el fútbol cambió. Es necesario abrir la mente para otros países, para otras filosofías", añadió.

En ese sentido, defendió la presencia de técnicos extranjeros en el país.

"Es una discusión muy productiva. Es bueno ver a Ricardo Gareca en el Palmeiras (técnico hasta el mes pasado) y observar el trabajo de él con su escuela argentina. Cuando salí de Brasil (en 2003 con destino a Europa) tenía una visión corta, pero abrí mis horizonte y la forma de ver el fútbol", indicó.

Sobre sus "cambios" en el retorno al fútbol brasileño, Kaká se dejó crecer un poco la barba, para "entrar en la moda", pero descartó que quiera transmitir una imagen de "chico malo" y reafirmó su vocación religiosa, a pesar de dejar de pertenecer a la iglesia evangélica Renascer em Cristo.

"Cuando viajo, realizo mis propios estudios bíblicos con pastores a través de Skype", apuntó el exjugador del Real Madrid y del Milán.