Mientras Japón se prepara para el Día de San Valentin, masivamente celebrado en este país asiático, un estrafalario grupo de hombres ha declarado la guerra a esta festividad "capitalista" y pide el fin de las demostraciones públicas de afecto.

La Alianza Revolucionaria de Hombres a los que las Mujeres no encuentran Atractivos (Kakumei teki hi mote domei, o "Kakuhido") desplegó una gigantesca pancarta con la frase "Destruye el Día de San Valentín" en el moderno distrito de Shibuya, en Tokio, protestando contra la mercantilización de la fiesta y gritando eslóganes como "besuquearse en público es terrorismo", ante la perpleja mirada de los transeúntes.

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"Nuestro objetivo es aplastar este capitalismo del amor", explicó el jefe de Relaciones Públicas del grupo, Takayuki Akimoto, a la AFP.

"La gente como nosotros, que no busca valor económico en el amor, se ve oprimida por la sociedad", añadió. "Es una conspiración de la gente que cree que los hombres que no son atractivos son inferiores o perdedores - los cariños en público, por ejemplo, nos hacen sentir mal. Es imperdonable".

El Día de San Valentín en Japón es una máquina de dinero para el negocio de la pastelería, ya que tradicionalmente las mujeres compran chocolates y dulces a los hombres de sus vidas, desde amantes hasta compañeros de trabajo.

Los hombres las corresponden un mes después en el Día Blanco, una brillante iniciativa de marketing ideada por los reposteros en los años ochenta para hacer que el dinero siga fluyendo.

"La tradición de dar chocolates significa que siempre estás compitiendo", asegura Akimoto, de 33 años, criticando la fiesta a la que su grupo considera "capitalismo basado en la pasión".

"Eres juzgado por cuantos dulces consigues. Es una estrategia de negocio de los capitalistas del chocolate, es ridículo", afirma.

Akimoto cree que su mensaje ha empezado a calar tras diez años de protestas. "Empiezas a oír de gente que pasa Navidad sola o de mujeres hartas de San Valentín", dice.

"Creemos que con nuestra lucha, hemos contribuido a ese cambio social", agrega.

Kakuhido fue fundado en 2006 por Katsuhiro Furusawa, quien empezó a leer el Manifiesto Comunista tras ser abandonado por su novia y llegó a la conclusión de que ser impopular con el sexo opuesto era una cuestión de clase y decidió lanzar un mensaje contra San Valentín.