Karen Gallardo: "Me encantaría estar tirando pala y ayudando a la gente"

Desde lejos, la discóbola copiapina mira el desastre del norte de Chile y lamenta el daño mientras prepara su presencia en Toronto 2015.




Karen Gallardo es muy apegada a sus raíces. Constantemente, la atleta recuerda que es de Copiapó, se siente orgullosa de Atacama y ha peleado hasta las lágrimas por mejorar las condiciones de sus coterráneos deportistas.

Pero ahora le duele otra cosa. Algo peor. El desastre del norte de Chile, donde los aluviones arrasaron con ciudades y poblados, la ha tenido concentrada a medias. Su proceso de entrenamientos a Toronto 2015, donde asoma como una de las cartas nacionales, se toca con el daño de su querida zona.

En esta situación, Gallardo habla con La Tercera del caso y de cómo la tragedia de Atacama, que la tiene afectada, podría ser un estímulo para dar alegrías a su gente.

Lo primero, antes de saber de su presente deportivo, es saber de su familia. ¿Cómo están?

Afortunadamente mi familia está bien. Lo que sí, es que mucha gente cercana ha perdido su casa o sus cosas. La familia está con vida, así que por ese lado estoy tranquila, pero igual me afecta bastante porque conozco a muchas familias afectadas y toda la zona, así que las noticias y las imágenes me tocan mucho más que a la gente que no vive allá, o que no tiene ninguna relación.

Usted es bien apegada a la zona. ¿Es difícil ver las noticias que se reciben a diario desde el norte?

Las imágenes son duras porque uno tiene el recuerdo de cómo era antes y cómo está ahora, entonces el dolor de la gente te llega de mucho más de cerca, pues proviene de familias y lugares que conociste en otras circunstancias.

¿La infraestructura deportiva se ha visto muy dañada?

El estadio de fútbol, el Luis Valenzuela Hermosilla, quedó completamente inutilizado, pero es la pérdida que menos me duele, pues no es tanta la gente que puede ocupar el estadio. En cambio, todas las otras instalaciones me preocupan más, porque, por ejemplo, el polideportivo lo estaban construyendo y esa zona quedó completamente inundada, o los materiales que utilizan otros atletas quedaron también bajo el agua. Hablé con mi ex entrenador José Tapia, y me contaba que lamentablemente hay atletas muy complicados con sus casas y familias, así que, de lo que sucedió con el recinto deportivo, se han preocupado poco, pues hay problemas mucho más importantes que ese. Hay deportistas con familiares perdidos que tienen la esperanza de que estén vivos, pero que aún no tienen contacto con ellos.

¿De qué forma esta situación le ha afectado en el entrenamiento?

La verdad es que afecta. De hecho, la semana pasada tuve dos campeonatos (fue tercera en Argentina) y tuve que viajar sin saber dónde estaba mi mamá, si estaba bien o no, y sólo esperando noticias. La verdad es que te saca completamente de onda. Estoy lejos, pero con la cabeza y el corazón allá.

Con Toronto a la vuelta de la esquina, ¿un viaje al norte es impensado?

Por ese lado estoy super amarrada. Tenía la intención de viajar este fin de semana, pero vimos la planificación y es súper improbable. Aparte, por logística no se puede, porque los pasajes prácticamente no existen. No tengo vehículo para tomarlo y llegar, así que sólo me queda estar pendiente de las noticias, o trato de poder informar a la gente de cosas oficiales a través de mis redes sociales. También estamos en varias campañas: mandé una donación y ahora estamos con una subasta de artículos deportivos que vamos a ofrecer al público la próxima semana, porque aunque me encantaría estar tirando pala y ayudando a la gente, pero estoy amarrada con mi trabajo.

¿Cómo avanza la preparación para los Panamericanos?

La semana pasada terminé el periodo de preparación que duró más de cinco meses. Ahora entré al trabajo específico, que ya no es tanta carga, pero exige más intensidad en el trabajo. Se viene Toronto, pero nuestro objetivo también es llegar al mundial de China en agosto, y para ello tenemos que hacer la marca (61 metros), así que estamos empeñados en conseguir eso. Ojalá también lograr este año la clasificación olímpica. Estamos a la espera de que salgan las marcas de clasificación y con eso ya tendríamos el año completamente cubierto.

¿Cuáles son las metas que se plantea para la cita en Canadá?

Las finales ya las he vivido en un panamericano, así que ahora apuntamos a una medalla. Si bien hay tres campeonatos en el año (Sudamericanos, Panamericanos y Mundial), estamos apuntando a Toronto. Tenemos todas las fichas puestas en ganar medallas y con eso contribuir al medallero nacional. La pelea en el disco estará súper dura. Hemos sacado el cálculo que al menos diez deportistas iran por el podio, y son todas con marca para ir a mundial y Juegos Olímpicos, que es el nivel más alto... pero vamos a ir a pelear con todo.

¿Cómo se prepara en lo psicológico, teniendo encima un tema tan sensible como lo que se vive en el norte?

Trabajo con un psicólogo y conversé el tema con él, porque de verdad estoy bien "sacá" (alterada). Hasta el domingo que no tuve noticias de mi familia y sólo el lunes me tranquilicé después de poder hablar con ellos. Pero es un tema que tengo que trabajar, entender que me tocó estar acá nomás e intentar ayudar de otra manera. Con eso nos tenemos que quedar tranquilos.

¿Un eventual logro será dedicado a la zona?

Cada logro que consigo lo dedico a mi tierra. Pero claro, ahora tiene un peso distinto. Es más fuerte ahora que la gente está sufriendo. Si logro ganar las medallas que quiero, obvio que será dedicada a toda la zona.

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