Veinte minutos tarde entra por la puerta del Congreso, en Santiago, la diputada PC Karol Cariola. Aunque lleva solo horas como vocera del recién estrenado comando de Alejandro Guillier, la presión de lo que considera un "tremendo desafío" no se ha hecho esperar. "Si antes me despertaba a las 6.30, ahora me tendré que levantar a las 5.30", dice entusiasmada.
¿Cómo asume este desafío de estar en la primera línea de la campaña?
Con muchas ganas. Significan menos horas de sueño y más trabajo, pero lo entiendo como un desafío nacional, un desafío político, que es muy coherente, por lo demás, con lo que nosotros hemos venido planteando muchos años: la necesidad de que Chile siga cambiando. Los primeros pasos de transformación ya los dimos en esta primera etapa, que fue el gobierno de la Presidenta Bachelet, ella ha hecho cambios muy significativos, pero que, sin duda, no son los suficientes.
¿Por qué cree que Guillier no despega en las encuestas?
No creo que esté estancado, de hecho, creo que lo más concreto es el resultado de las últimas CEP y Adimark, que fue muy positivo para él a nivel nacional y local.
Pero en la última CEP no tuvo una variación significativa respecto de la anterior y ya lleva cinco meses como candidato…
Lo que hay que tener en consideración es que creció y eso ya es un primer elemento. Y creció en un contexto en que se han levantado otras candidaturas de centroizquierda. Ese ya es un plus. Las encuestas hay que evaluarlas en su justa medida y, sobre todo, en Chile, donde hay un monopolio de ellas. Nadie podría desconocer el vínculo que tiene Piñera con la CEP, que está dirigida por alguien que fue su ministro. Lo mismo con la Cadem. Y aun así, ahí sí que hay un candidato estancado, un candidato que no tiene por dónde seguir creciendo.
¿Cree que un gobierno de Guillier garantiza la continuidad del proyecto reformista de Bachelet?
A ver, no creo que sea un continuista. No creo que esto se trate de un continuismo de lo que hubo. Pero sí hay un reconocimiento de lo que se ha hecho. Michelle Bachelet entrega un camino, ella inició un proceso que es inédito en Chile después de la dictadura, esos 25 años de democracia fue precisamente el continuismo de muchos gobiernos que lo que hicieron fue administrar la desigualdad, administrar el modelo, incluyendo el primer gobierno de Bachelet. Este, en cambio, ha abierto una infinidad de temas que son fundamentales para la construcción de un país distinto. Pero sí, y en esto nuestro candidato ha sido muy claro y muy contundente, no podemos cegarnos frente a la realidad de que aquí se ha avanzado, pero las necesidades son tan profundas todavía, que los avances siguen siendo invisibles
El ha planteado la necesidad de rectificar ciertas reformas. Ha dicho que los cambios impulsados por el gobierno no le llegan directamente a la gente. ¿Cómo tomar la posta?
Entendiendo que hay cosas que todavía no tienen su resultado. Guillier lo que ha dicho es que vamos a recoger todo lo bueno, pero también vamos a cambiar los errores, porque hay que aprender de ellos, uno no puede no ser autocrítico. Lo importante es que plantea que los cambios deben continuar y que se deben profundizar, porque la ciudadanía quiere cambios.
En el oficialismo se esperaba que la conformación de un comando diera "densidad política" a la campaña, pero se optó por otra fórmula.
No hay nada más importante en el equipo que el comité político estratégico, que es donde están representados los presidentes de los partidos. Qué más representativo de figuras de peso político como se le ha querido llamar, de influencia, de liderazgo, que los presidentes de los seis partidos que apoyan a Guillier. Pero, por otro lado, el candidato también tiene que tener un equipo que a él le entregue la seguridad de que el trabajo práctico y cotidiano se está haciendo. De que existe convicción, de que existe cariño, de que existe épica. O sea, acá nosotros no vamos a hacer definiciones que estén dadas por el que tiene más años, el que tiene más campañas encima o el que tiene más estructura de estadista. Lo que queremos es construir una candidatura ciudadana, independiente, que surge desde la ciudadanía, a la que se suman los partidos y que quiere mantener una esencia convocante y transversal.
¿Cómo se logra un equilibrio entre la independencia del candidato y el rol que deben jugar los partidos?
Es una experiencia nueva, yo creo que más que una tensión, lo que hay es un aprendizaje. Y ese aprendizaje lo estamos manejando y trabajando a partir de que los partidos juegan un rol muy importante en la campaña, de eso no tengo duda y Alejandro tampoco. Pero nuestro candidato también cree que es muy importante que esto no se quede en eso. Siempre es sano buscar equilibrios, y esos equilibrios no pueden estar cargados para un lado. De todas formas, no hay contradicción, al contrario, y en el camino iremos afinando y aprendiendo.
¿Cómo ve el futuro de la Nueva Mayoría? Algunos la dan por muerta.
Nosotros nos sentimos fundadores de lo que fue un proyecto político programático que duró lo que tenía que durar, que fue el inicio de un proceso transformador, donde quienes se sintieron más incómodos tomaron un camino propio, me refiero a un sector importante de la DC, que tomó una decisión de levantar una candidatura presidencial y un desarrollo programático propio. Pero de los siete, otros seis nos quedamos construyendo en conjunto. Por lo tanto, ¿cómo alguien podría pensar que esto es un fracaso?
Y en este proyecto, ¿cabe la DC?
No perdemos la esperanza de que la DC, en su proceso de reflexión, mire para acá y vea que acá están los amigos, no los adversarios. Nosotros seguimos construyendo, y es más, hay democratacristianos que ya se han sumado a los equipos que estamos conformando. Eso es una señal concreta de que acá no estamos separados, hay objetivos comunes, hay una mirada de futuro en común.
¿Está Guillier dispuesto a construir una alianza de gobernabilidad con el Frente Amplio?
Alejandro no necesita construir puentes con el Frente Amplio, porque ya los tiene. El es muy amigo de Beatriz Sánchez. Yo misma tengo vínculos con muchas de las personas que hoy son parte de ese bloque, vínculos históricos, vínculos de trabajo. Creo que ellos tienen un camino que recorrer, pero tenemos muchas coincidencias programáticas. Sería un error no encontrarnos en algún momento, y ese encuentro tendremos que darlo en su justa medida.