El cibercrimen es un negocio y sus actores se mueven por el lucro económico. Los altos precios pagados en el mercado negro online han puesto en el blanco del crimen virtual tanto a los smartphones como a los Mac. Estos delincuentes informáticos ganan entre 21 y 700 dólares por robar los datos de una tarjeta de crédito. Las botnets infectadas se venden por millares y su precio oscila entre los 30 y los 140 dólares . Los kits de 'malware' son los más lucrativos y pueden llegar a ganar hasta 1.500 dólares por su venta.
Los ataques dirigidos se focalizan en función de las posibilidades de obtener un mayor beneficio y, tal y como explica Marco Preub, analista senior de virus de Kaspersky Lab, "el malware para smartphones está creciendo de forma considerable".
Preub asegura que la plataforma Android es la más atacada con un 60 por ciento de troyanos, de los cuales, un 25 por ciento utilizan los mensajes de texto para obtener datos. Además, el mito de la inviolabilidad de los Mac ha quedado desacreditado y en la actualidad se encuentra el 'spyware', antivirus falsos, troyanos y 'botnets' dirigidas a los equipos de Apple.
Aunque, no existen datos oficiales de los ingresos de estos delincuentes informáticos, las investigaciones de Kaspersky Lab han arrojado interesantes datos sobre cómo transforman los datos robados en dinero contante y sonante.
"Los canales de distribución de 'malware' (crimeware, virus, gusanos, troyanos, etc.) son cada vez más eficaces. Se basan en kits ya construidos, por lo que facilita que personas sin conocimientos sobre programación puedan utilizarlos para crear su propio malware, señala Preub.
Los principales ingresos destacados por Kaspersky Lab proceden de la venta de datos de tarjetas de crédito, entre 3 y 100 dólares dependiendo de la calidad de los datos. Asimismo, una red 'botnet' compuesta por 1.000 ordenadores infectados se vende por 5 dólares, mientras que se pueden llegar a ganar 140 dólares por un pack de 5.000.
Por último, aunque no menos lucrativo, los kits de 'malware' (crimeware, virus, gusanos, troyanos, etc.) y 'exploits' pueden llegar a costar hasta 1.500 dólares, siempre dependiendo de su calidad. "En el ciberespacio, como en la vida real, detrás de estas acciones delictivas el dinero es el principal motor de los ladrones", concluye Preub.