Este miércoles al mediodía, Katherine Collao Fernández dejó el Hospital Clínico Universidad Católica tras ser trasplantada dos veces de hígado. La joven fue trasladada desde la V Región producto de una hepatitis fulminante con 28 semanas de embarazo.
Luego de una cesárea de urgencia, su hijo Emilio fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivos de Neonatología como un recién nacido prematuro extremo, y ella quedó como prioridad nacional para trasplante de hígado internada en la Unidad de Pacientes Críticos (UPC) del recinto.
A la salida Katherine se conmovió al ver la expectación de los medios de comunicación. "Me siento muy bien, con muchas ganas de hacer muchas cosas. Quiero dar las gracias primero que todo a las familias de los donantes. Recién estoy como cayendo en todo lo que me pasó, todo fue muy rápido, me acuerdo de pocas cosas, de cómo me enfermé. No sé, las gracias al país, a mi ciudad, a las oraciones de todos, a mi familia… volvía nacer con mi hijo", señaló.
Pero lo que tiene asombrado al equipo médico es que a un poco más de un mes, la paciente se desenvuelve en perfectas condiciones, ha recuperado todas las funciones de sus órganos y sólo le queda la recuperación kinésica de su movilidad de forma total.
"Considerando la situación extrema en la cual se trasplantó Katherine y que fue un tremendo desafío no solamente para algunos de nosotros en particular sino para todo nuestro equipo considerando lo quirúrgico, hepatológico y la gente de intensivo, estamos extraordinariamente satisfechos de haberla ayudado. Katherine está como ustedes la ven, tiene algunas dificultades motrices que son plenamente recuperables y esperables considerando el número de días que ella se encontró en estado crítico", expresó el Dr. Carlos Benitez, hepatólogo tratante de Red Salud UC.
Para el Dr. Juan Francisco Guerra, cirujano del programa de Trasplantes de Red Salud UC, ahora se está viendo el final feliz de una historia feliz. "El hecho que Katherine se pueda ir hoy día es el resultado de un trabajo de toda la Institución, de los cirujanos que hicieron su trasplante, de los hepatólogos que están a cargo de ella, de manejo del personal de intensivo y en general de toda la Institución. En muchos momentos estuvimos asustados y ella requirió dos trasplantes y eso evidentemente desde el punto de vista técnico y en su manejo global es una paciente muy, muy compleja", enfatizó.
"Quiero ver a mi hija, cuando llegue a casa, es que la vida se ve de manera distinta como yo les decía a mi familia cambié el chip. Mientras estuve acá me vinieron a ver varias personas trasplantadas y la mirada de ellos era la misma y era distinta a la de ustedes. Era la misma entre ellos", contó Katherine al plantear que retomará su vida en Quillota.
Katherine antes de irse pidió visitar a la UCI a la otra paciente trasplantada Marisel Márquez de Punta Arenas para darle ánimo en su recuperación. "Mi conversación con ella fue muy lindo, ella es muy linda y yo la vi con mucha fuerza y estamos pasando como por lo mismo. Son cosas muy parecidas por la que pasamos, yo le decía lo que venía, yo pensé que no la iba a ver bien, pero estaba muy bien y eso me pone muy contenta", añadió.
En tanto el marido de Marisel, Ronald Rojas, agregó que están felices porque su esposa está evolucionando todos los días bien, ha sido todo súper rápido, ella tiene hartas fuerzas, hartas ganas. Está feliz por seguir. "Está apurada, se quiere ir rápido. Estamos felices igual por Kathy esperamos que le vaya súper bien, y que tenga una buena vida. y mi señora está súper feliz porque igual ella se acercó y le explicó más o menos de qué se trata todo esto. Estamos bien y esperamos que todo salga bien como ha sido hasta ahora",manifestó.