Había una disputa y dos hombres: el estadounidense Sam Kendrick y el francés Renaud Lavillenie. El primero había competido en 10 pruebas de salto con garrocha este 2017 y las había ganado todas; el segundo, es el récord mundial. Uno se iría con la presea dorada.

Parecía que el francés. Feliz con sus 5,89 metros, Lavillenie celebraba la altura con la hinchada que movía sus banderas justo a un lado del punto de salto. Pero no se iría feliz. Tal vez, algo contento.

El galo sufría al final del día con su medalla de bronce, tal como por el oro perdido en los Juegos Olímpicos de Río 2016 en manos del local Thiago Braz (no fue a Londres, lesionado), similar como en cada uno de los cuatro mundiales en los que había participado (medalla de bronce en Berlín 2009, Daegu 2011 y Beijing 2015 y presea de plata en Moscú 2013).

Se espera siempre más del hombre que en 2014 dejó atrás a la leyenda Sergei Bubka y le batió, aunque bajo techo, el récord mundial absoluto de la prueba. Más se espera del campeón en los JJ.OO. de Londres 2012 en el mismo estadio donde ayer se subió al segundo cajón del podio.

Cierto es también que Lavillenie estuvo lesionado, pero verdad igual es que había vuelto a los entrenamientos en mayo, hace tres meses.

El francés hizo su primer intento cuando la vara ya estaba en 5,65 metros: pan comido para el plusmarquista.

Kendric, en cambio, superaba los 5,82 metros en su primer intento, para subir luego el obstáculo a 589 centímetros.

Los tres saltaron esa marca, pero únicamente el estadounidense pudo superar el listón puesto ahora en 5,95 metros. El postrero intento de 6,01 de Lavillenie fue infructuoso.

También para el ganador de la plata, el polaco Piotr Lisek, con la misma marca de 5,89 que el francés, pero en menos intentos.

La gloria total fue para Kendrick. Ahora la estadística dice que once veces ha competido este año y se ha quedado con el primer puesto en las once ocasiones. Algunas menos importantes y otras, que valen una medalla de oro de Mundial de Atletismo.

La última vez que no ganó fue en septiembre de 2016, en una reunión en Berlín. En junio, en los Nacionales en Sacramento, Kendrick se convirtió en el cuarto estadounidense en superar la barrera de los seis metros en el salto con pértiga.

"¡Dios mío! Nunca había ganado una competencia tan importante. El público me dio todo su corazón para apoyarme", dijo el norteamericano recién acabada la prueba.

Con tranquilidad relataba más tarde: "Tras el último salto, quería dar a mis padres un abrazo. Para mí lo son todo. Mi técnico y mi novia también estaban, por lo que fue un gran momento para mí".