Siempre Londres es un terreno complicado para el maratón. Erika Olivera, en los JJOO de 2012 supo del desafiante clima de la capital británica en pleno verano. Su humedad ahoga casi tanto como en el trópico y al trío chileno -inédito en Mundiales, pues nunca se habían clasificado tantos maratonistas- eso precisamente les pasó la cuenta.

Basta con mirar las marcas. Ayer, la prueba madre del atletismo tuvo un crono regular, cercano incluso a lo que vimos este año en el Maratón de Santiago, por ejemplificar. Lo ganó un novato, que recién ayer corrió su cuarto maratón. Se trata del keniata Geoffrey Kirui, de 24 años, quien estiró aún más la hegemonía del país africano en la prueba. Lo hizo en 2 horas, 8 minutos y 27 segundos.

Kirui, que fue tercero en Rotterdam 2016, séptimo en Amsterdam 2016 y ganador en Boston este año, se convirtió en el quinto atleta de su país en conquistar el oro, superando al etíope Tamirat Tola (2h09'49") y a Alphonce Felix Simbu (2h09'51"), de Tanzania, quinto en Río 2016. "Es el mejor momento de mi carrera. Estoy muy feliz de ganar el título en mi primer Mundial", reconoció el campeón y primera medalla dorada para Kenia, a la agencia AFP.

Los chilenos estuvieron lejos del podio, pero no tanto de sus mejores marcas del año. Leslie Encina fue el más destacado de los criollos en la competencia, terminando en el puesto 49º, con un crono de 2h22'10". "Estuvo muy duro el circuito y quedo más que demostrado con los tiempos de las mujeres", aseguró desde Londres el fondista a El Deportivo.

Sobre las características de la competencia, el marido de Érika aseguró: "Hubo harta humedad y mucho viento en contra. Muchos atletas abandonaron y otros que llegaron maltratados como yo. Hice una preparación de 21 días en Calama junto a los otros dos atletas. Tratamos de trabajar de la mejor forma posible.

Manuel Cabrera fue el segundo mejor chileno, el cuarto mejor sudamericano, con 2h24'08", ubicándose en el puesto 55º. Sin embargo, quien venía proyectado para triunfar era Enzo Yáñez, por haber sido el que consiguió la marca más rápida este año, pero no pudo terminar. El valdiviano se retiró de la competencia, acusando fuertes dolores musculares.

"Iba súper bien corriendo, habia entrenado como nunca. Me sentía con demasiada confianza y a muy buen ritmo. En el kilómetro 22 comencé a sentirme mal, débil. Apareció una contractura en el isquiotibial izquierdo, pero a medida que iba corriendo me empecé a sentir muy mal. Paré y seguí, fue así como en tres ocasiones, tuve que retirarme", aseguró el atleta, que por primera vez abandonó un maratón.

En damas, la campeona fue la bahreiní de origen keniata, Rose Chelimo, de 28 años, quien se impuso en 2h27'11", entregando la octava medalla histórica a su país, la primera dorada en este Mundial. Fue una definición durísima, pues la keniata Edna Kiplagat llegó apenas siete segundos despues. El bronce fue para la estadounidense Amy Cragg, con el mismo crono.