El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, condenó hoy en Kiev la intervención de Rusia en la república autónoma ucraniana de Crimea y dio un espaldarazo a las nuevas autoridades de Ucrania al anunciar un crédito de 1.000 millones de dólares para paliar la catastrófica situación económica del país.

"Condenamos el acto de agresión de Rusia", señaló Kerry en declaraciones en Kiev, en las que advirtió además que Moscú "está buscando crear un pretexto" para intervenir en Ucrania.

El jefe de la diplomacia estadounidense recalcó que "de alguna manera, los líderes rusos son de hecho interventores. Sin embargo hasta ahora no hay ninguna prueba de las causas que arguye Rusia" para desplegar sus tropas en Crimea.

Kerry se refirió con escepticismo a los argumentos de la parte rusa sobre las amenazas a la vida de sus ciudadanos en Ucrania y sobre los intentos de las nuevas autoridades ucranianas de desestabilizar la situación en la autonomía.

"Todos saben muy bien que los soldados (ucranianos) en Crimea no han disparado ni una vez, ni han reaccionado a ninguna provocación, pero han sido rodeados por tropas que han invadido su territorio", afirmó.

Subrayó además que la crisis en Ucrania debe ser resuelta por la vía de la diplomacia y el diálogo, y dejó claro que Estados Unidos quiere que se rebaje la tensión generada después de que el Senado ruso autorizara la intervención de sus tropas en Ucrania.

Por otra parte, Kerry anunció que Washington está dispuesto a conceder un crédito de 1.000 millones de dólares a Ucrania, y recordó que el presidente estadounidense, Barack Obama, dio instrucciones de "buscar todas las vías para otorgar ayuda económica a Ucrania".

Por su parte, el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, confirmó en una conferencia de prensa celebrada tras su reunión con Kerry que "de hecho ya comenzó el proceso para preparar la concesión de ayuda financiera de Estados Unidos" a Ucrania.

Al llegar a Kiev, el secretario de Estado estadounidense depositó flores en un memorial levantado espontáneamente por algunos habitantes de la capital ucraniana en la calle Institútskaya, donde murieron a manos de francotiradores la mayoría de las víctimas de los trágicos disturbios que se desataron en esa ciudad el pasado 20 de febrero.

Por otra parte, Yatseniuk adelantó que han empezado las consultas a nivel ministerial entre los Gobiernos de Ucrania y Rusia para tratar el conflicto en torno a la república autónoma ucraniana de Crimea, declarada en rebeldía contra las nuevas autoridades ucranianas e intervenida por hombres armados que, según Kiev, forman parte de las tropas rusas.

El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró hoy en Moscú que los grupos armados que se han hecho con el control de prácticamente todas las instalaciones militares en la autonomía no son soldados rusos, sino "autodefensas de Crimea" vestidas con uniformes parecidos a los que llevan las tropas rusas.

"Quiero recordar que de acuerdo a la Constitución y la legislación ucraniana, únicamente la Rada Suprema (Parlamento) puede tomar una decisión en caso de necesidad de que entren tropas extranjeras" en el país, recalcó el presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov. 

El nuevo jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania (antiguo KGB), Valentín Naliváichenko, reveló hoy que las fuerzas de seguridad ucranianas intentaron detener a Yanukóvich en la madrugada del 24 de febrero en Crimea, cuando averiguaron que éste trataría de volar a Rusia desde el aeropuerto militar de Belben, en las afueras de Sebastopol.