Las fuerzas de Kiev y los separatistas prorrusos han vuelto a atribuirse el control sobre el aeropuerto de Donetsk, escenario de encarnizados combates en los últimos días a pesar de la tregua alcanzada entre los dos bandos hace un mes.

"La situación en la zona del aeropuerto de Donetsk está bajo control de las fuerzas de la Operación Antiterrorista", informó hoy el centro de prensa de las tropas ucranianas en las regiones rebeldes del este del país.

Sin embargo, los rebeldes de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD) informaron anoche sobre la toma de las dos terminales de pasajeros del aeropuerto internacional y de prácticamente todas las instalaciones del recinto.

"Todas las terminales están bajo nuestro control, hemos izado la bandera de la RPD sobre una de ellas", dijo a la agencia rusa Interfax un portavoz de los insurgentes.

Precisó, sin embargo, que los combates con algunas unidades del ejército ucraniano en el territorio del aeropuerto continúan, por lo que es pronto para hablar del control total sobre la estratégica instalación.

"Según datos preliminares, las fuerzas del enemigo pueden seguir en refugios subterráneos", subrayó.

También el líder de los rebeldes, Alexandr Zajárchenko, aseguró anoche que las milicias prorrusas "controlan el 95 por ciento del aeropuerto".

A su vez, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko, informó a última hora de ayer acerca de la muerte de un soldado ucraniano durante los combates por el aeropuerto.

Los prorrusos han justificado su asalto al recinto en medio de la tregua con el argumento de que las fuerzas ucranianas disparan desde ese lugar contra la ciudad, mientras Kiev acusa a los rebeldes de atacar sus posiciones con el objetivo de arrebatarles la estratégica plaza. 

Según la prensa, en caso de que el aeropuerto caiga en manos rebeldes, la Unión Europea podría adoptar nuevas sanciones económicas contra Rusia.

El aeropuerto ha sido el mayor foco de tensión entre Kiev y los separatistas desde que ambos bandos declararan el alto el fuego y acordaran el 19 de octubre el repliegue del armamento pesado de una zona de seguridad de 30 kilómetros.