Un día antes de la cumbre en Minsk que busca encontrar una solución pacífica para la crisis en el este de Ucrania, la agencia rusa Tass informó que Kiev y los separatistas prorrusos acordaron un alto el fuego y un mecanismo para su supervisión en el conflicto durante una ronda de negociaciones con mediación de la Osce y de Rusia que se realizó ayer en la capital bielorrusa.

Se trata del encuentro que se conoce como "Grupo de Contacto", en el que participan el ex presidente de Ucrania Leonid Kuchma; el embajador ruso ante Kiev, Mijail Zurabov; la representante de la Osce, Heidi Tagliavini y los separatistas prorrusos. Las partes también aceptaron la retirada del armamento pesado y abordaron el estatus de las regiones de Donetsk y Luhansk, así como la celebración de elecciones locales en las zonas rebeldes, según detallaron fuentes que pidieron el anonimato citadas por Tass.

Hasta anoche se desconocía si ambas partes habían acordado una línea de separación de fuerzas y la zona desmilitarizada de la que debe retirarse la artillería de grueso calibre tanto de las fuerzas gubernamentales como de los rebeldes.

Mientras ocurría todo esto, la Casa Blanca informó que el Presidente Barack Obama  llamó ayer por teléfono a su homólogo ruso, Vladimir Putin, para discutir "la escalada de violencia en el este de Ucrania" y el "continuo apoyo" a los separatistas prorrusos por parte de Rusia.

"El Presidente Obama subrayó el creciente número de pérdidas humanas en la lucha y recalcó la importancia de que el Presidente Putin aproveche la oportunidad presentada por las actuales conversaciones entre Rusia, Francia, Alemania y Ucrania para alcanzar una solución pacífica", indicó un escueto comunicado. Asimismo, Obama reiteró a Putin el apoyo de Estados Unidos "a la soberanía e integridad territorial de Ucrania".

Las consultas del Grupo de Contacto, se consideran clave de cara a la cumbre de hoy entre Ucrania, Rusia, Alemania y Francia. El Presidente francés Francois Hollande dijo que los líderes acuden a la reunión "con la fuerte voluntad de tener éxito, pero sin estar seguros de si lo haremos". Mientras que el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, dijo que la mera celebración del encuentro no garantiza su éxito, y que nada ha sido resuelto aún.

El Presidente ucraniano, Petro Poroshenko, por su parte,  advirtió que la reunión de hoy será una de las últimas posibilidades de declarar un alto el fuego incondicional.

Nuevos combates

Los diálogos del Grupo de Contacto comenzaron con varias horas de retraso debido  al recrudecimiento de los combates entre las fuerzas leales a Kiev y los separatistas prorrusos. Así, Poroshenko denunció que los rebeldes prorrusos atacaron con misiles tornado la sede del Estado Mayor en la ciudad de Kramatorsk y que un segundo ataque cayó en una zona residencial donde murieron al menos 15 personas y otras 63 quedaron heridas. Según el diario El País, la acusación de Poroshenko fue rechazada rotundamente por los rebeldes.

Por otro lado, el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Alexander Turchinov, anunció que  fuerzas gubernamentales consiguieron romper las defensas de los separatistas prorrusos y entraron a la ciudades de Pavlapol, Kominternovo, Berdianskoe y Shirokino (ver infografía).

"Al enemigo se le han infligido graves pérdidas", dijo Turchinov, quien indicó que como resultado de la ofensiva las fuerzas ucranianas han garantizado la defensa de la ciudad de Mariupol, situada a orillas del mar de Azov.

Por otro lado, el Kremlin, al que Occidente acusa de enviar armas y soldados a través de la frontera para ayudar a combatir, anunció ejercicios militares de un mes de duración, que involucran a unos 2.000 soldados de su lado de la frontera.