El grupo Kings of Leon se encuentra atravesando un mal momento, tanto a nivel profesional como personal, que estalló cuando, en medio de un concierto en Dallas, el vocalista Caleb Followill abandonó el escenario, alegando problemas en sus cuerdas vocales.
Según el sitio web del medio británico The Sun, el cantante dijo al público "mi voz está completamente mal, lo siento", ante las atónitas miradas de sus hermanos y compañeros de banda. "Voy a vomitar", agregó, "voy a beber una cerveza y voy a regresar y tocar otras tres canciones". Pero no regresó y el resto del grupo se quedó calmando a una audiencia que no comprendía que estaba pasando.
Más tarde, el equipo de relaciones públicas de la banda envió un comunicado, señalando que otro concierto en Houston sería cancelado, y que ambas fechas se presentarían en septiembre.
Pero el problema a nivel interno de la banda salió a la luz pública, cuando Jared Followill, hermano y compañero de banda de Caleb, escribió en su cuenta de Twitter: "Dallas, no puedo comenzar a decirles lo apenado que me siento. Hay una enfermedad interna y problemas que deben ser tomados en cuenta. No hay palabras". Ayer, Followill continuó con las explicaciones a través de la misma plataforma, señalando que "yo se que ustedes no son estúpidos, no les puedo mentir. Hay problemas en nuestra banda que son más grandes que no haber tomado la suficiente cantidad de Gatorade".