Semanas después de que el juez Norberto Oyarbide ordenara pericias contables para verificar si la fortuna de Néstor Kirchner en 2008 creció por un "desarrollo normal o como parte de un delito", el ex Presidente de Argentina presentó un informe para intentar justificar ese aumento patrimonial que, según la investigación, creció siete millones de dólares.

El informe, presentado por el contador del ex mandatario, Víctor Manzanares, dice que las ganancias obtenidas por Kirchner durante el año pasado se originaron mayormente por la venta de 12 de sus 14 propiedades, el alquiler de las mismas y los intereses generados por depósitos, tanto en dólares como en pesos. Sin embargo, el mismo Manzanares subrayó en el escrito que "la totalidad de los bienes, deudas e ingresos se encuentran declarados en ambas partes", haciendo alusión a la fortuna que Kirchner comparte con la actual Presidenta, Cristina Fernández. Debido a esto, el juez Oyarbide despachará el documento al cuerpo de peritos contables de la Corte Suprema para compararlo con el presentado por la pareja en 2007. Si este órgano descubre que ambas declaraciones no cuadran, el actual diputado podría ser procesado.

Esto, se suma a la reapertura de un caso de malversación de fondos ocurrido durante su gestión, luego de que la Cámara Federal de Buenos Aires decretara como "prematuro" el cierre judicial de la causa.

Analistas creen que la arremetida judicial contra Kirchner y el tener que defenderse a pesar de tener fuero político, se debe a la nueva forma de operar de la justicia transandina. "El poder judicial está demostrando una 'alarmante' independencia desde la perspectiva del poder", explicó Carlos Floria, analista de la U. de Buenos Aires a La Tercera. "Una de las grandes cosas que hizo Kirchner al llegar al poder fue limpiar la corrupta corte 'menemista', pero no calculó bien y resultó más autónoma de lo que esperaba", subrayó.