Una bandera turca fue izada en el paso de la frontera Mursitpinar, entre Turquía y Siria, frente a la ciudad sirio-kurda de Kobane. Es que después de más de cuatro meses de enfrentamientos, los  combatientes kurdos apoyados por los bombardeos de la fuerza aérea estadounidense retomaron la ciudad, que se ha convertido en símbolo de la resistencia contra el movimiento del Estado Islámico (EI). Es la peor derrota del grupo yihadista desde que emergió la guerra civil siria en 2013.

El paso de frontera fue cerrado por las autoridades turcas luego de que las milicias de ese país, recuperaran el control de la ciudad, tras meses de combates con el EI, donde murieron más de mil yihadistas.

Los fotógrafos entraron en la ciudad luego de y describieron un paisaje lunar, hecho de pilas de ladrillos y escombros, esqueletos de edificios completamente eviscerados, columnas de concreto reforzadas semi derribadas.

Las milicias ahora luchan en campo abierto y en las aldeas de los alrededores para proteger la ciudad y forzar el repliegue de los yihadistas.

En las fotos tomadas en Kobane todavía se observan algunas columnas de humo bajo un cielo brillante en que prevalece un silencio desolado.

En varios lugares grupos de milicianos, entre ellos muchas mujeres,  saludaron la presencia de los periodistas con ráfagas de Kalachnikov lanzadas  al aire y haciendo la "V" de la victoria.

Coincidiendo con la liberación de Kobane, opositores sirios y emisarios del  presidente Bashar Assad iniciaron el miércoles en Moscú las primeras  conversaciones desde hace casi un año para poner fin a la guerra, con modestas  perspectivas.

Los 32 miembros de los diferentes grupos de oposición tolerada por Damasco y seis miembros de la delegación oficial liderada por el embajador de Siria en  la ONU iniciaron una reunión en una residencia de la diplomacia rusa. Es una de las primeras conversaciones entre miembros de la oposición.