El último día del US Open prometía una cerrada lucha por el título de uno de los majors más importantes. La lucha se vislumbraba muy cerrada. Apenas dos golpes separaban a los cinco primeros. Un grupo que lideraba en solitario el local Brian Harman, escoltado por el británico Tommy Fleetwood y los estadounidenses Justin Thomas y Brooks Koepka, a un impacto.

De ellos, este último fue el que mejor soportó la presión y pulverizó el liderato de Harman, con una extraordinaria ronda de 67 tiros, con birdies en los hoyos 14, 15 y 16. Y lo hizo como un consagrado, siendo que hasta ayer había estado lejos de las luces de los grandes golfistas.

Un ejemplo que ilustra esto es que a comienzos de esta temporada no firmó contrato con ninguna marca de palos. Y en las apuestas previas pagaba 12 veces la cantidad jugada. Así, fue escribiendo su historia hasta conquistar su primer gran torneo, en un deporte, que según propia confesión, le parece aburrido.

Con su resultado final de -16, el golfista de Florida, de 27 años y rankeado en el puesto 22, consiguió igualar el récord del norirlandés Rory McIlroy en el US Open 2011, en Congressional. Además, es el séptimo jugador consecutivo en ganar su primer grande.

"Es increíble, es buenísimo esto. Estar en la misma categoría que algunos de los nombres que figuran en este trofeo es especial", manifestó el campeón, quien se convirtió en profesional en 2012 y comenzó a jugar en el Challenge Tour de Europa, donde consiguió su primera victoria en el Desafío de Cataluña.

Al año siguiente, consiguió tres torneos más, y obtuvo su tarjeta del Tour Europeo por el resto de la temporada de 2013 y durante toda la 2014, mientras que en 2015 obtuvo su único título en el PGA hasta ayer, cuando se impuso en el Phoenix Open.

En majors su desempeño había sido correcto. En 2014 fue cuarto en el US Open, mientras que en 2015 fue quinto en el PGA Championship y al año siguiente cuarto. En tanto, en el British Open terminó décimo en 2015, mientras que en el Masters de este año quedó a las puertas del top ten, al ubicarse en el 11º lugar.

Sin embargo, lo realizado en Erin Hills supera cualquier trago amargo que le hubiera podido quedar por su desempeño en el último Masters.