El enviado de paz en Siria de la ONU y la Liga Arabe, Kofi Annan se mostró optimista tras sostener hoy una segunda ronda de conversaciones con el presidente sirio, Bashar al Assad, pero reconoció que será difícil llegar a un acuerdo para detener el derramamiento de sangre.   

"Va a ser difícil. Va a ser difícil, pero tenemos que tener esperanza", dijo a periodistas en Damasco. "Estoy optimista por varias razones", agregó.   

Annan dijo a periodistas que había dejado "propuestas concretas" a Assad y pidió el cese inmediato de las matanzas en Siria, donde Naciones Unidas dice que las fuerzas de gobierno han matado a 7.500 personas en una ofensiva contra protestas que ya se extienden por un año.   

Las autoridades aseguran que 2.000 soldados han sido asesinados por los insurgentes.   

"Insté al Presidente a prestar atención al proverbio africano que dice que si tú no puedes girar el viento, gira la vela", dijo Annan, quien agregó que Siria necesita aceptar los cambios y la reformas.   

"Hay que empezar por detener los asesinatos, la miseria y los abusos, que continúan actualmente, y luego dar tiempo a una solución política", dijo.   

Annan, quien también se reunió el domingo con los líderes religiosos en Damasco, dijo que la situación era "muy mala y muy peligrosa", por lo que todos los sirios tenían la responsabilidad de "ayudar a sanar y reconciliar a esta nación".