La principal amenaza era la venezolana Andreína Pinto. La "Sirena de Maracay" ya la había superado en las finales de 400 y 800 metros libres. Y este lunes, sin embargo, la poderosa contendora no se presentó a la final de los 1.500 metros libres por una tendinitis, por lo que Kristel Köbrich aparecía como la gran favorita.

Y la nadadora chilena, que compitió hoy en la distancia que más le acomoda, no defraudó. Con una cómoda ventaja, se quedó con la medalla de oro de la exigente prueba, sumando a las platas logradas en 400 y 800.

Desde un comienzo, Köbrich prácticamente no tuvo rivales. De hecho, el resto apenas compitió por la plata, pues ya en el inicio se vaticinaba que el oro era chileno.

De este modo, la nacional festejó en casa, ante una multitud que la vitoreó en el Centro Acuático del Estadio Nacional. El tiempo logrado fue de 16 minutos y 16 segundos.

Tanto fue el poderío de la chilena que a la segunda, la ecuatoriana Samantha Arévalo, le sacó de ventaja 22,16 segundos.

"Estoy feliz. Esta prueba es mi especialidad", respondió Köbrich consultada por la evidente superioridad mostrada en la competencia.