A cada Presidente peruano le toca su propio desastre natural. Alberto Fujimori enfrentó el fenómeno de El Niño en 1998, Alan García el terremoto de Pisco en 2007, Ollanta Humala las inundaciones en la amazonia en 2012 y Pedro Pablo Kuczynski los huaicos (desbordes y aluviones) el último mes. En todos estos casos, el gobernante de turno logró recuperar o aumentar su popularidad tras estas tragedias y PPK no ha sido la excepción.

Una encuesta de Datum dio cuenta que el apoyo a Kuczynski alcanzó un 45%, 10 puntos porcentuales más que en marzo. Al mismo tiempo, la desaprobación al jefe de Estado, de 78 años y que asumió el poder en julio de 2016, cayó a 49%, ocho puntos menos que el sondeo del mes pasado. Según el último reporte del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional, las lluvias y avalanchas que han afectado a parte importante del territorio peruano desde enero han dejado 106 muertos, 163 mil damnificados y 991 afectados.

La mayoría de los peruanos considera que PPK se manejó bien durante la emergencia, con un mensaje claro y visitas permanentes a las zonas de mayor calamidad. "Los peruanos valoran la reacción y el liderazgo de Kuczynski frente a los desastres naturales", señaló Urpi Torrado, gerente de Datum. Eso sí, advierte que el aumento en las encuestas sólo puede ser "un hipo".

En ese sentido, en Perú recuerdan que tras el terremoto de Pisco, Alan García también subió 10 puntos porcentuales en las encuestas, pero cuando la ciudadanía se olvidó de la tragedia su respaldo volvió a bajar. "Las inundaciones pueden ser para PPK lo que el 11 de septiembre de 2001 fue para George W. Bush, una oportunidad de posicionamiento político si sabe hacerlo", explica a La Tercera el analista político peruano Luis Benavente. "Todo dependerá de cómo maneja la reconstrucción. Si lo hace rápido, de manera eficiente y transparente, puede sostener un buen nivel de popularidad", agrega.

Hasta ahora, el mayor nivel de aprobación al Presidente peruano se había dado en septiembre, con un 65% de apoyo. A partir de entonces y como suele ocurrir con la mayoría de los gobernantes de Perú, la luna de miel se acabó y su popularidad se desplomó. En el país, según reflejan las encuestas, hay una sensación mayoritaria de que la situación a nivel general está más o menos igual en comparación al gobierno de Humala. Sólo en educación hay una sensación de progreso. De todos modos, tampoco hay una buena evaluación sobre el rol de la mayoría fujimorista en el Congreso.

Contra el tiempo

Para la mayoría (35% según una encuesta de Ipsos), la principal crítica es que PPK no ha hecho frente a la delincuencia, mientras que el 29% cree que no va a cumplir sus promesas. En el plano económico, el 51% cree que la situación está igual, el 13% que progresa y el 32% que retrocede. "Las críticas de diversos sectores a la gestión de PPK ya se están reanudando por lo que no cuenta con tiempo de sobra. De sus acciones y de la mejora de su comunicación política (mensajes, pero sobre todo acciones), dependerá que no pierda el respaldo popular que ha recuperado", advierte a La Tercera el cientista político Pedro Tenorio, columnista del diario El Comercio de Lima.

"Ver a todos los ministros viajando y liderando acciones claves en sus sectores -y llevando ayuda a miles de damnificados- le han otorgado un segundo aire a este gobierno que, a solo ocho meses de haber asumido, mostraba signos inequívocos de cansancio, de poca empatía con la población y que además se veía golpeado por distintos escándalos de corrupción (no sólo las repercusiones del Lava Jato brasileño)", concluye Tenorio.

Una visión más crítica tiene Aldo Mariátegui, columnista de Perú.21: "Me imagino que PPK ya no repetirá más los bailecitos tan irritantes, las declaraciones contradictorias, la risotada rara como respuesta, la búsqueda gratuita de bronca con sus rivales cuando era innecesaria, las manifestaciones de humor incomprensible, los frívolos piscinazos en El Golf. Rara vez la política te da dos chances, así que persistir en los errores sería necedad de Kuczynski.