El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, pidió este domingo a su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, que evalúe la deportación del ex presidente peruano Alejandro Toledo, en búsqueda y captura por supuestamente haber recibido 20 millones en sobornos, según informó la agencia oficial Andina.
Durante la conversación telefónica que mantuvieron hoy ambos mandatarios, Kuczynski solicitó a Trump que evalúe la opción de la deportación de Toledo dentro de las facultades que la ley de migración estadounidense otorga al Departamento de Estado.
Toledo se encuentra supuestamente en Estados Unidos, donde reside habitualmente, y desde el jueves pesa sobre él una orden de captura de la Justicia peruana por presuntamente haber favorecido a la constructora brasileña Odebrecht en sus negocios en Perú a cambio de dádivas por valor de 20 millones de dólares.
Trump llamó a Kuczynski desde el avión presidencial, el Air Force One, en medio de la incógnita del paradero de Toledo, después de que se hoy conociera que no viajó desde San Francisco (California) a Israel, versión que anoche manejaba el Gobierno peruano.
Además de la búsqueda de Toledo, los dos presidentes también comentaron otros asuntos de la relación bilateral y sus opciones de cooperación en defensa de la democracia y lucha anticorrupción, y seguidamente Trump invitó a Kuczynski a visitar Estados Unidos en una fecha aún por definir.
El ministro peruano del Interior, Carlos Basombrío, advirtió este domingo en declaraciones a la emisora Radio Programas del Perú (RPP) que Toledo todavía puede salir con libertad de Estados Unidos porque la Justicia estadounidense aún no ha ordenado su detención en su territorio.
Basombrío comentó que Estados Unidos solicitó a la Fiscalía mayor documentación y detalles sobre los motivos que demandan la captura de Toledo para así poder proceder con ella.
El ministro esperó que las observaciones indicadas por la Justicia estadounidense puedan estar subsanadas este lunes y deseó que Toledo pueda estar a disposición de la Fiscalía peruana lo antes posible.
A Toledo la Fiscalía le imputa los presuntos delitos de tráfico de influencias y lavado de activos por cobrar los sobornos a cambio de conceder a Odebrecht la licitación de la Carretera Interoceánica del Sur, que atraviesa el territorio peruano, desde la costa del océano Pacífico hasta la frontera con Brasil.
Toledo es la primera gran figura de la política peruana inculpada por el caso Odebrecht, empresa que admitió a la Justicia estadounidense haber pagado 29 millones de dólares en sobornos a funcionarios peruanos entre 2005 y 2014, período que comprende los Gobiernos de Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016).