Uno de los proyectos que tenía en mente el guía turístico Kurt Martinson era crear una discoteca subterránea en San Pedro de Atacama, II Región. Para financiar la iniciativa, hablaba de que en la zona existían minas de oro y otros minerales, que podrían ser explotados.
Este es uno de los descubrimientos que han realizado los detectives de la Brigada de Ubicación de Personas (Briup) de la PDI, quienes han trabajado en reconstruir la vida de Martinson y, con detalle, el último día que fue visto: el 24 de noviembre. Los avances se han reportado periódicamente a la Fiscalía de Antofagasta, con el objetivo de dirigir los esfuerzos en la búsqueda del hombre, que ya lleva 45 días.
En esta investigación, los detectives han seguido la misma técnica que usaron en la búsqueda de Bastián Bravo, desaparecido en 2013, en que se mezclan diversas disciplinas para llegar a un resultado positivo.
En este caso los detectives, tras entrevistar a cercanos y familiares, establecieron que cuando Martinson tenía 19 años comentó que escuchaba voces, por lo que fue llevado por sus padres a una clínica del sector oriente de Santiago. Ahí, se le habría diagnosticado algún tipo de transtorno sicológico.
Por esta condición, cuando tenía episodios de estrés, se le podrían activar cuadros de delirios y alucinaciones.
En 2006 obtuvo el título de Técnico en Turismo y, a mediados del año pasado, se radicó en San Pedro de Atacama. En octubre obtuvo un puesto en el Hotel Alto Atacama, con el régimen de 10 días de trabajo a cambio y cuatro de descanso.
Hora por hora
Con estos antecedentes en la mano, los detectives se entrevistaron con todas las personas que tuvieron contacto con Martinson el día de su desaparición. Así, lograron reconstruir casi hora por hora lo que hizo el guía turístico ese 24 de noviembre.
A las 8.00 llegó a trabajar y, una hora más tarde, salió con un grupo a recorrer el sector. La comitiva volvió pasado el mediodía y los turistas se dirigieron a la administración del hotel, quejándose que Martinson se había mostrado hostil.
A las 13.00, el jefe de los guías turísticos le preguntó al hombre qué había pasado, a lo que éste respondió que se sentía mal y pidió permiso para irse a su casa.
Media hora más tarde, dos trabajadores declararon que vieron a Martinson caminar solo, a un kilómetro del hotel, y que trataron de saludarlo. El hombre evitó tener contacto con ellos y siguió caminando.
Según el registro del teléfono celular del guía, a las 15.34 recibió una llamado de su ex pareja. Hablaron menos de un minuto, en que discutieron por la forma en que Martinson le iba a devolver un libro. Es la última vez que respondió el teléfono.
A las 16.00, un niño encontró el celular botado y con batería. Estaba a medio camino entre el Hotel Alto Atacama y el centro de San Pedro de Atacama.
En horas de esa tarde, una serie de personas lo vieron deambular por el perímetro del pueblo, sin polera y hablando solo. La última persona que lo divisó fue a las 19.00, cuando el guía caminaba en dirección hacia el norte.
Parte del trabajo que ha ordenado la fiscalía es intentar recrear el camino que pudo haber realizado Martinson, y de esta forma intentar establecer el lugar en que podría encontrarse.