Mientras la mayoría de los deportistas de nieve se deslizan sobre ella, Dominique Ohaco (21) también vuela. Y asume riesgos no sólo por la velocidad, sino también por las vueltas y trucos que debe desarrollar impecablemente en los aires y barandas de la pista, para sumar el mayor puntaje que pueda. Su deporte es el esquí slopestyle, de la rama de categorías del freestyle sobre esquíes. Y en esa disciplina ha dejado su marca.
Siguiendo el rastro del hielo, la chilena se construyó un puesto en los registros de Chile con bajadas, piruetas y resultados importantes para el país. Con 18 años fue la mejor chilena en los JJ. OO. de Sochi, en 2014, con el puesto 13 en el esquí slopestyle de la cita. Allí casi pasó a la ronda final, de 12 competidoras. Con sus 69,6 unidades, quedó a sólo un punto del duodécimo lugar.
De esa manera, obtuvo el mejor registro del esquí olímpico femenino de Chile y el segundo mejor resultado nacional en la historia de la cita. Hoy, tres años después, su objetivo es volver al Olimpo para ir más allá.
Una persona suele aprender a caminar al año de vida, pero no es común que esquíe a los tres. Domi comenzó a hacerlo a esa edad, y a los 13 inició su vida competitiva. Y también abrió temprano un precedente en el país, cuando fue una de las integrantes fundadoras de la selección chilena de freestyle.
"Cuando tenía 16 años me fui de viaje al centro de esquí de Mammoth Mountain, en Estados Unidos, y allí había una Copa del Mundo. Y mi entrenador, Benjamin Ryerson, me dijo: 'Deberías hacer la Copa del Mundo y así podemos crear el equipo nacional de freestyle'. El mío era un deporte muy nuevo", cuenta.
A partir de entonces, se consolidó como una de las más destacada deportistas invernales del país. Entre sus logros están el título sudamericano en el Nissan TNT Tour de este año, el tricampeonato del Monster Energy Rail Squad, entre otros.
De los capítulos de su trayectoria, uno de los que más recuerda fue el día 7 de febrero de 2014. En la ceremonia de apertura de los Juegos de Sochi, las luces del Estadio Olímpico de Fisht brillaron ante ella, la abanderada nacional.
"Fue una experiencia totalmente única, un honor enorme ser la abanderada en el máximo evento. La apertura fue gigante", dice la esquiadora, quien ahora busca un cupo rumbo a la cita de Pyeongchang (Corea del Sur), del 9 al 25 de febrero del próximo año. Para abrochar su clasificación necesita estar entre las 24 mejores para el día 21 de enero.
Actualmente está 19ª y en su campaña destaca un noveno lugar en Seiser Alm, Italia, en enero. Y quedan cuatro fechas hasta el plazo final para la clasificación.
Tras la cita en Sochi, Ohaco había dicho que no sabía si iría a la próxima cita de los anillos. Tres años después, se siente más motivada que nunca. Por eso, incluso congeló sus estudios tras pasar al cuarto año de Diseño en la Universidad del Desarrollo. En su temporada preolímpica se dedica de lleno a competencias, viajes y más de seis horas diarias a los esquíes y al gimnasio. Es una vida que a veces la alejó de experiencias típicas de una adolescente y que, a pesar de sus riesgos, ha compensado.
"Si no haces las cosas bien, es peligroso. Y por instinto también se siente miedo al volar en el aire o deslizarte. Es un desafío lograr hacer todo, pero al hacerlo bien me siento realizada por el logro y por superar el temor", expresa la deportista, consciente de su rol en el deporte de nieve chileno. "Me considero parte importante del freestyle nacional, para transmitirle a los más jóvenes a que se motiven a practicarlo. Ojalá deje una buena huella", reflexiona.
Y justamente por eso anhela mejorar su marca en Sochi. "Ahora estoy mucho más enfocada, madura y he mejorado en todo sentido. Cada día voy aprendiendo trucos nuevos", cuenta Dominique, con cero temor.
Enero, el mes capital
Ohaco no es la única nacional con un futuro por definir en su rumbo a los próximos Juegos. De hecho, no hay ningún chileno confirmado.
En estas disciplinas, la Federación Internacional de Esquí (FIS) asigna cuotas por país. Y en la simulación de hasta el 8 de agosto, Chile tiene 2 cupos (un hombre y una mujer) en el esquí alpino, un espacio en el esquí cross country masculino y uno femenino para el slopestyle. Eso sí, según explica Patricia Anguita, presidenta de la Federación de Ski y Snowboard de Chile, el país puede sumar deportistas más allá de las cuotas que se asignen a chilenos, según sus puestos en rankings de Copa del Mundo. Entonces los nacionales están en búsqueda de buenas cifras en sus escalafones para llegar a la cita, con plazo hasta el mes de enero.
Por eso, por ahora apenas suenan nombres plausibles, como por ejemplo Henrik Von Appen y Noelle Barahona (esquí alpino), Antonia Yáñez (snowboard), Melanie Kraizel (esquí slopestyle) y Ohaco. En otros deportes, como el biatlón y patinaje sobre hielo, tampoco hay nada definido aún. Pero la ilusión de llegar a Corea del Sur está muy encendida.
En la nieve, velocidad y altura no son las únicas fuentes de adrenalina. Y lo saben bien los chilenos rumbo al Olimpo.