El 8 de diciembre de 2006, Lota era una fiesta. Después de 20 años, volvía a Primera División al vencer a Rangers en liguilla de promoción. Fue una experiencia breve en la categoría de honor, pero que entusiasmaba a una zona de la Octava Región que se sentía dejada de lado. La alegría, sin embargo, duró poco.
Diez años después, en la zona carbonífera se siente la preocupación. Ahora en Segunda División, la escuadra dirigida por Víctor González marcha última en la zona sur, con sólo cinco puntos tras nueve fechas. Es superado en la tabla por Santa Cruz, Naval, Independiente de Cauquenes, Colchagua y Malleco Unido. "Lo deportivo anda más o menos, el que va al estadio está en la realidad. La gente se asusta porque ve la tabla de posiciones y ve que está mal la cosa, pero los que van al estadio saben cómo es esto", cuenta John Munizaga, volante.
Antes de descender a Segunda, en 2014, Lota vivió dos años en los que intentó salvarse por secretaría de bajar a Primera B, denunciando problemas económicos en otros clubes. En 2013, la ANFP acogió su denuncia y penalizó con el descenso a Naval, pero al año siguiente la caída se consumó pese a la acusación a Deportes La Serena por pago de imposiciones fuera de fecha.
Lota, hoy, está en la tercera categoría del fútbol profesional y cuenta con una plantilla cotizada en 15 millones de pesos. Sin embargo, ha sido compleja sostenerla. Así admite Jorge del Campo, actual presidente del club. "Hace dos o tres meses el club estaba que cerraba, no había interés en esto. Lamentablemente la campaña no ha sido buena y eso influye en que no captemos más socios. Si tú no tienes un presupuesto seguro, no puedes invertirlo en mejores jugadores". La llegada de la marca deportiva Onefit ha ayudado a sustentar el equipo, pero en noviembre ya reaparecieron los problemas. "No han pagado, están consiguiendo los socios. Llevamos un mes solamente de atraso", cuenta Munizaga. El capitán del equipo, Juan Pablo Vera, es más pesimista. O realista: "El club en estos momentos está pasando una situación económica difícil. Todos saben que estuvimos a punto de no participar en este campeonato, se hicieron gestiones, pero no sucedió nada. Hemos mejorado en el tema del juego, pero el no recibir sueldos o que se atrasen, afecta. Afecta bastante. Hay compañeros que a veces no tienen para locomoción, que no tienen para llegar a entrenar".
Ni siquiera el estadio Federico Schwager está a disposición del club. El 2 de octubre, un hincha de Santa Cruz se accidentó por las malas condiciones de la tribuna visitante y el recinto fue clausurado. Ahora, el Estadio Bernardino Luna de Coronel, con cancha sintética, es el elegido. Pero al tener una menor capacidad, provoca que ingresen menos recursos.
El presidente de Lota no es capaz de dar más esperanzas. "Es verdad que estamos pasando una situación difícil. Todos los equipos en Segunda estamos con la misma complicación. Lógicamente vamos a ser responsables. Si no hay financiamiento, es cerrar por fuera esto. Tampoco vamos a seguir endeudándonos. El viernes (hoy) o el fin de semana tomaremos una determinación sobre si esto es viable".
Por ahora, la campaña de captación de socios fracasa. La meta es llegar a los 3 mil, pero apenas suman 400 socios y 200 abonados. El capitán Vera tampoco es optimista. "Ya no hay de dónde sacar dinero, no hay cómo aportar al club. La gente no le ha tomado el peso, no creen que sea verdad lo que está sucediendo. Esta vez es la última voz de alerta, es un ultimátum. Si no se soluciona esta semana o la próxima, de verdad el club se estaría cerrando y Lota no participaría más. Ojalá que la gente pueda aportar al club y que no desaparezca".