"No hay ningún cuco en Portugal", lanzan en la selección chilena. Y está bien no sentir temor, pero todos los que esperan la semifinal de mañana entre la Roja y Portugal saben que el nombre que se roba las miradas es el de Cristiano Ronaldo, goleador del Real Madrid y candidato firme (por no decir seguro) a ganar un nuevo Balón de Oro.
Pizzi también lo entiende así y se ha preocupado de trabajar este aspecto. Eso sí, nunca olvidando el verdadero gran poder de la escuadra bicampeona de América: su fuerza colectiva. Para el Bicho, apodo que achacan a Cristiano en España, no habrá marcación individual. No es el estilo de esta escuadra. Sin embargo, sí habrá un plan para evitar al máximo sus opciones de hacerle daño a la Selección.
A Messi, en la final de la Copa Centenario con Pizzi, se le marcó escalonada y solidariamente. Es de colección la fotografía del astro argentino con la pelota, rodeado de jugadores chilenos, que le quitan toda opción de pase o movimiento hacia el arco.
Ante CR7, la idea es similar, pero con un pequeño matiz. Al argentino lo cercaban cuando tenía la pelota, al luso lo cercarán para que no le llegue la pelota. Cristiano tiene la tendencia a cargarse por la izquierda y desde ahí meter diagonales muchas veces mortíferas. Aunque ahora juega más como delantero centro. Aparece para rematar. Pizzi ya tiene anotado ese y otros datos. "Lo más peligroso de Ronaldo es su facilidad de remate", indican desde el interior de la escuadra criolla. Aislarlo de la pelota es una de las formas que observa Macanudo para minimizar las opciones del portugués de hacer efectiva la tesis.
El entrenador transandino está muy conforme con el nivel motrado por Tucu Hernández en la Copa Confederaciones, no tanto así con el de José Pedro Fuenzalida. La presencia de uno u otro es lo que altera el esquema de la escuadra nacional. Si bien todo se confirmará con la práctica de hoy (18.00 de Rusia), el volante del Celta de Vigo es la alternativa que convence al entrenador, pensando también en que con su presencia al lado de Marcelo Díaz, el equipo aumenta en orden, posesión de pelota y libertad para que Arturo Vidal se traslade a gusto.
Gary Medel regresa con seguridad. Es una carta importante en el trabajo de contención de Cristiano, aunque el plan es que a la hora de enfrentar al Pitbull, la figura lusa ya haya tenido el roce con otros rivales. Mientras más lejos recepcione del arco, mejor.
Para Pizzi también es importante el trabajo de los laterales, Isla y Beausejour. A Cristiano, según lo que han visto en la Roja, le gusta picar al segundo palo para ganar la espalda de sus marcadores. El apoyo de los extremos y los centrales será clave.
Lo que tiene claro la banca nacional, en todo caso, que el mayor pecado sería sólo preocuparse de CR7 y descuidar al resto. Cedric por la derecha y Raphael Guerreiro (por la izquierda) son laterales peligrosos, de mucha ida y vuelta. Otra preocupación para los nacionales, al igual que el otro goleador, André Silva. El monarca europeo tiene varios nombres ilustres, pero está claro también que el monopolio del equipo le pertenece a Cristiano.