Agustina Otero, nació en la pequeña localidad de Valga, España, el 4 de noviembre de 1868. Era hija de una madre soltera, una niña más en medio de una población marcada por la extrema pobreza. Aun siendo mejor de edad, Otero fue víctima de un abuso sexual. Fue ahí donde decidió marcharse de su pueblo, cambiarse el nombre y se juró dejar atrás su pasado humilde.
Otero pasó a llamarse Carolina e inició una carrera en el mundo de los espectáculos itinerantes. No pasó mucho en que comenzó a bailar y a ejercer la prostitución.
Así llegó a la costa azul de Francia, donde Otero comenzó a crear su personaje que la inmortalizaría. Detectó la curiosidad que despertaba en Francia el mundo gitano y montó un espectáculo de danza flamenca que mezclaba con mucho erotismo y canto. No pasó mucho tiempo en que Otero se transformó en un fenómeno y llegó a Paris, con el nombre de La Bella Otero.
En la Ciudad Luz, su fama superó las fronteras francesas y abarcó a toda Europa. Era la mujer más erótica en su tiempo , y todo hombre afamado quería estar con ella.
Otero nunca dejó de practicar la prostitución, pero ahora su “clientela” eran los hombres más poderosos del mundo. Por su lecho pasaron el Kaiser Guillermo II de Alemana, el Zar Nicolás II de Rusia, el rey Leopoldo II de Bélgica, el rey Alfonso XII de España, destacados políticos franceses y el monje Rasputín.
Se dice que los monarcas le regalaron las más increíbles para poder estar en la alcoba de la mujer más sensual del momento. Tuvo joyas de las emperatrices de Francia, Austria y un collar que habría pertenecido a la reina Maria Antonieta. La Bella Otero también recorrió el mundo, con presentaciones en Argentina, Uruguay, Brasil, Estados Unidos, Inglaterra, Hungría, Austria, Rusia y Japón.
Otero amasó una gran fortuna que le permitió retirarse de la vida pública a los 45 años, pero desarrolló el mal de la ludopatía. En el casino de Montecarlo dilapidó todo su dinero. Falleció a los 96 años en Niza, donde vivía con una pequeña pensión que le entregaba el casino, por todas las ganancias que le generó.