Miles de hinchas del Chelsea salieron a las calles de Londres para ver el desfile de celebración de su equipo tras conquistar el título de la Liga de Campeones.

Incluso el notoriamente solitario propietario del club, el millonario ruso Roman Abramovich, se unió a su muy costosa escuadra en un autobús abierto para mostrar el trofeo, mientras aficionados del equipo llenaban las calles alrededor de Stamford Bridge.

Ganar la Liga de Campeones ha sido el objetivo principal de Abramovich desde que adquirió al Chelsea en 2003 y comenzó a inyectarle más de 1.000 millones de dólares, y aumentando.

El capitán John Terry encabezó el cántico "Champione, champione, olé, olé, olé".

"Hemos estado aquí mucho tiempo esperando ganar esta cosa", gritó el mediocampista Frank Lampard a los hinchas desde el bus. "Y fue la noche más estupenda en las carreras de todos nosotros. Sencillamente estamos tan satisfechos de regresar aquí y celebrar con todos nuestros aficionados".

El equipo se dirigió directamente desde el aeropuerto a su terreno al estadio Stamford Bridge tras regresar de Munich, donde derrotaron al Bayern Munich en definición por penales.

"Hoy es un día fantástico para el Chelsea, campeón de Europa", gritó a los aficionados el técnioc Roberto Di Matteo.

Por otro lado, el goleador Didier Drogba, quien anotó el penal decisivo, no ha extendido su contrato, que termina el mes próximo. "Didier Drogba queremos que te quedes", dijo Terry a través de un micrófono en el autobús con Abramovich escuchando.

En Munich en cambio todo era amargura, lo que quedó en evidencia en las imágenes de la cena a la que asistió el plantel del Bayern. El evento estaba pensado como una fiesta para celebrar el título, pero pese a la derrota se realizó de todas formas.

Arjen Robben quie falló un penal en el alargue, fue quien se vio más amargado.