Con apenas 18 años, el taekwondista Ignacio Morales fue el encargado de darle la última medalla de oro conseguida por Chile en los recientes Juegos Sudamericanos. Pero este logro no sólo es medible por la presea obtenida, sino porque esta victoria significó el nacimiento de una de las grandes promesas de talla mundial que tiene el deporte chileno.
Y la gran prueba de ello es que, en la final de la categoría hasta 58 kilos, derrotó con autoridad al uruguayo Mayko Votta -maestro de la especialidad en su país- quien lo duplica en edad con 36 años.
"No lo conocía en competencia, pero mis compañeros me decían que él era una leyenda. Lo que yo tengo en años, el los tiene de experiencia combatiendo", relata Morales a La Tercera. "No sabía que me duplicaba en edad. Me enteré después de ganarle, pero los que lo conocían me decían que era un rival fuerte", agrega.
"Para muchos fue sorpresa que ganara el oro por mi juventud, pero yo iba con la convicción de ganar. Combate a combate puede pasar siempre cualquier cosa", reflexiona.
El oro de Santiago 2014 es apenas el inicio de una carrera que, espera, tenga mejores resultados aún. En efecto, ya piensa en los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
"Siempre voy paso a paso. La medalla olímpica es un sueño, pero no es tan de locos hablar de conseguir una medalla. Ojalá se puedan dar las cosas", manifiesta.
Pese a que es uno de quienes encabezan la nueva generación de promesas deportivas nacionales, Morales dice no sentirse presionado: "Todo lo contrario. Ser joven no me presiona, porque aún tengo muchas cosas que dar y mucho talento que dar. Si no tuviera tiempo, ahí sí estaría más presionado".
PIENSA EN ENTRENAR EN EL EXTRANJERO
Morales dejó hace dos años el colegio Alicanto de La Florida, donde terminó Tercero Medio. Y durante 2013, se trasladó al CAR, en donde culminó su enseñanza media dando exámenes libres.
"Después di la PSU y no tengo claro qué me gustaría estudiar. Yo creo que va por el área de la salud", cuenta. Y aunque admite que compatibilizar los entrenamientos con las responsabilidades académicas es algo complejo, si tiene claro que "ahora estoy en el deporte, pero los estudios son mas importantes".
Antes, eso sí, tiene una idea en mente para elevar su potencial deportivo. "Estoy pensando en irme al extranjero. Mi sueño es segir peleando por Chile, pero entrenando afuera", revela.
Aún no tiene claro qué país será el escogido, pero la intención de partir es fuerte: "Yo decía que si ganaba, lo pensaría. Y ahora que gané el oro, toman mas fuerzas las ganas de irme".
En lo inmediato, Morales espera seguir sumando puntos para clasificar al Grand Prix de Azerbaiyán, en donde clasifican los 32 mejores del mundo. "Los cupos se cierran en junio y la competencia es en julio. Con los puntos que sumé en los Odesur, estaría clasificando", cuenta. Y tal vez, ese sea el primer paso para una carrera que -tras el oro en los Sudamericanos- está llena de desafíos e ilusiones.