Redes y barcos subrepticios. Bancos de peces o algún producto de moda, que la industria marina pueda estar capturando más allá de lo permitido. No es este el escenario más tradicional de patrullaje, fiscalización y abordaje de la Armada, en cuanto a naves en alta mar, pero sí forma parte de sus nuevas atribuciones para vigilar la sustentabilidad de los recursos marinos.
A partir de septiembre, la institución deberá asumir un nuevo rol, distinto del que históricamente ha desarrollado: proteger los recursos pesqueros de Chile, más allá de las 200 millas de la llamada Zona Económica Exclusiva.
La preocupación por la ostensible pérdida de recursos marinos y la indiscriminada pesca ilegal, son algunos de los factores que han focalizado el debate y despertado la atención de las autoridades.
La idea es aplicar nuevas atribuciones y mejoras en los sistemas de fiscalización y protección del mar territorial y las aguas al cuidado del Estado de Chile.
Así fue como el 16 y 17 de junio pasado Chile adhirió al Acuerdo de Nueva York, de la ONU, sobre poblaciones de peces altamente migratorios. El pacto considera ejecutar operaciones de patrullaje, control, fiscalización y abordaje de naves pesqueras extranjeras para su inspección.
OPERACIONES MARÍTIMAS
A la espera de dar el vamos a los nuevos operativos se encuentra el contralmirante y director de la Dirección de Seguridad y Operaciones Marítimas, Iván Valenzuela.
El oficial indicó que este nuevo rol se complementa con las labores que realizan como integrantes de la Organización Regional Pesquera del Pacífico Sur: "Esto nos obliga a efectuar ciertas fiscalizaciones para verificar la legalidad de las naves que operan en la zona de alta mar".
En este contexto, agregó que uno de los recursos que más se están protegiendo hoy en día "es el jurel, ya que es el objeto principal de nuestra pesca industrial".
Valenzuela aclaró que con este nuevo rol se deberá generar una asignación presupuestaria concordante con el costo de este tipo de operaciones. "Estimamos que cada operación cuesta más de 200 millones de pesos", señaló.
EN EL PACÍFICO
Un total de 50 exploraciones marítimas al año, por zona naval realiza la Armada. A esto se suman los casos de búsqueda y salvamento, y las labores de rebusca aérea en la superficie de la zona de emergencia. Actualmente, se informó, los episodios han aumentado a 10.
Según datos estadísticos de la institución, en cada una de estas operaciones se han controlado un promedio de 25 naves por zona naval, y se ha detectado la presencia de, a lo menos, tres naves que no habían dado su posición, lo que genera de inmediato una fiscalización.
El contralmirante Iván Valenzuela aclaró que manejan información sobre "los buques con registros de infracciones gracias a un sistema denominado Grafimar, que es una plataforma que permite mantener un panorama de superficie con 90% de asertividad".
En junio reciente, por ejemplo, fueron requeridos para efectuar labores de identificación del buque factoría de bandera rusa Lafayette, el más grande del mundo en su tipo.
"Operó en los últimos dos meses en alta mar, pero estuvo en la zona sur y teníamos un encargo con dicha nave", indicó el oficial.