Después de años de rechazo, el coaching prepara su irrupción en el circuito ATP. Por primera vez se maneja la idea concreta de que los entrenadores puedan entregarles instrucciones a sus pupilos durante los partidos, algo que sí está permitido hace bastante tiempo en el tenis femenino, donde los técnicos pueden bajar a la cancha una vez por set si una jugadora lo requiere ante el juez de silla.
Hoy el escenario es diferente y los tenistas -especialmente los de élite- están de acuerdo con que se pueda introducir esta variante en el circuito masculino, que excepcionalmente se utiliza en la Copa Davis, donde el capitán está sentado al borde de la cancha.
Desde la ATP lo ven como la variante más trascendental desde la introducción del Ojo de Halcón, cuya imagen permite dirimir si un punto es válido o no.
La primera idea es que los coaches hablen con sus jugadores desde la tribuna y siempre y cuando el deportista esté en el mismo lado.
No es la única iniciativa, pues también se plantea la posibilidad de colocar un banco en una esquina de la pista para que técnico y pupilo puedan sostener una breve charla técnica.
Más allá de las prohibiciones, el coaching en la práctica se realiza igual, a través de distintos códigos. De hecho, el mismo Novak Djokovic reconocía hace un tiempo que tenía un sistema de comunicación con su ex técnico, Boris Becker.
"Boris y yo tenemos nuestras maneras de comunicarnos, de que él me diga si lo estoy haciendo bien o mal. No creo que estemos engañando a nadie (...). Sí es cierto que muchos jugadores se van a la esquina a secarse con la toalla y es ahí cuando se comunican con su entrenador. Pienso que esto no está mal, siempre que no se haga de forma muy regular", manifestó.
Igualmente, hay otros jugadores que no les parece tan buena la idea. "Si eso llega a ocurrir, espero que sea cuando yo me retire", señaló Roger Federer. "No creo que sea justo, también porque no todos pueden permitirse un entrenador. Creo que está bien que puedas mirar a tu entrenador buscando apoyo, pero creo que el tenis debería seguir siendo ese deporte único donde no exista el coaching", argumentaba.
Por otra parte, también se evalúa la opción de que el juego continúe en caso de que un saque roce la red. La idea es agilizarlo.
Estas propuestas se tratarán en la reunión obligatoria que tendrán los jugadores que asistan al Abierto de Australia, en Melbourne, y se seguirán analizando a lo largo del año para ser implementadas durante la temporada 2018.