Sería todo un hito. Si bien parece una exageración, los números son claros: la última vez que la Baby Roja logró entrar a una instancia final en un torneo continental fue hace 20 años, en el Sudamericano de Paraguay de 1997. Allí, bajo la dirección técnica de Vladimir Bigorra, el equipo que contaba en sus filas con Cristián Álvarez, Manuel Villalobos, Claudio Maldonado y Milovan Mirosevic, entre otros, consiguió el tercer puesto en la tabla general, clasificando al Mundial de Egipto, desarrollado el mismo año.

Luego de esta participación, la Sub 17 se encajonó en un periodo negro e infructífero. Han sido nueve torneos sudamericanos consecutivos en que los jóvenes no han podido clasificar a una fase final, mostrando un pobre desempeño en las fases grupales.

Esta tarde en Rancagua, los nacionales pueden clasificarse incluso antes de medirse a Ecuador: si Bolivia no le gana a Uruguay a las cinco de la tarde, los de Caputto accederían directamente al hexagonal (clasifican tres por grupo). Si Bolivia gana por un gol, a Chile le valdría con empatar ante Ecuador. Si Bolivia gana por dos goles, a Chile le podría valer el empate, pero siempre y cuando marque los mismos goles que hoy los antiplánicos. Si Bolivia gana por tres goles de diferencia, Chile está obligada a derrotar a Ecuador.