La prestigiosa plaza de técnico de la selección de Portugal, vacante desde que el pasado 11 de septiembre Paulo Bento abandonase el cargo, no ha atraído a entrenadores lusos de primera línea, como José Mourinho, Jorge Jesús o André Villas-Boas.

Jesús, técnico del Benfica, resumió el sentimiento general sobre un cargo que, en principio, debería ser codiciado por muchos: "Los (últimos) entrenadores que la dirigieron salieron completamente desprestigiados (...) Creo que es un dato para que todos hagamos autocrítica".

Dirigir a una selección considerada de alto nivel, y capitaneada por uno de los mejores jugadores del mundo, Cristiano Ronaldo, podría ser el anhelo de cualquier entrenador portugués.

Sin embargo, las turbulentas experiencias de los dos últimos seleccionadores, Carlos Queiroz (2008-2010) y Paulo Bento (2010-2014), han generado reticencias entre los técnicos locales más conocidos, que ya se han descartado para el puesto.

José Mourinho, de 51 años, fue el primero en retirarse de la carrera, a pesar de que en 2010, después de la marcha de Queiroz y antes de la llegada de Bento, estuvo muy cerca de ser seleccionador cuando dirigía al Real Madrid. La negativa del presidente del club, Florentino Pérez, lo impidió entonces.

"La otra vez acepté porque tuve una reacción emocional. Ahora ni vale la pena hablarlo, porque, de hecho, no es compatible entrenar un club una selección. Tampoco sería ético, con tantos buenos entrenadores desempleados", aclaró hace poco el DT del Chelsea inglés.

El técnico más reputado y laureado de ese país siempre asumió su deseo de dirigir a "las quinas". Los portugueses tendrán que esperar a otra ocasión.

"De momento, eso nunca se me pasó por la cabeza. De aquí a algunos años no lo sé", respondió Jorge Jesús, considerado uno de los mejores entrenadores portugueses, sobre todo en el trabajo de revalorizar a jóvenes jugadores.

Jesús, de 60 años, expresó su desagrado por la forma en la que se trató tanto a Queiroz como a Bento.

Carlos Queiroz fue destituido en septiembre de 2010, después de un proceso disciplinario instaurado por iniciativa de la Autoridad Antidopaje de Portugal (ADOP), que le denunció por entorpecer un control antidopaje antes del Mundial de 2010, torneo en el que los lusos cayeron en octavos contra España.

Y Bento, que no logró colocar a Portugal en los octavos de final del Mundial de Brasil, cesó funciones días después de haber sido ratificado y de haber renovado su contrato a comienzos de año, hasta 2016.

La derrota en casa ante Albania (0-1), en partido válido para el Euro de 2016, dictó su salida.

A André Villas Boas, el entrenador del Zenit ruso que está de paso por Lisboa para medirse al Benfica en Liga de Campeones, también le cuestionaron acerca de la posibilidad ser dirigir a la selección de Ronaldo.

El técnico, de 36 años, tampoco lo dudó: "nunca escondí que mi carrera será bastante corta en el fútbol. No sé si podrá surgir esa oferta, pero, en esta fase, es completamente imposible y no pasa todavía por las metas de carrera".

Públicamente, apenas ha guiñado el ojo al puesto el italiano Roberto Mancini, actualmente sin club, después de haber dirigido el pasado año al Galatasaray turco.

Otro nombre que ha sonado es el del portugués Fernando Santos, ex seleccionador griego. El problema es la sanción de ocho partidos que le impuso la FIFA por haber invadido el campo en la tanda de penales ante Costa Rica, en los octavos del último Mundial.