La BBC le da nueva vida a un favorito de siempre: regresan Los Tres Mosqueteros
La novela de Alexandre Dumas ha sido adaptada más de 20 veces a la pantalla grande y chica.
La primera versión fílmica sería una película francesa de 1903. Hay más ejemplos de cine mudo, incluida una cinta de 1921 protagonizada por Douglas Fairbanks. Ya entrando a la etapa sonido y color, es cosa de elegir favoritos: 1942, con Cantinflas como D'Artagnan. O en 1948, una versión con Gene Kelly en el mismo e icónico papel, además de Lana Turner y la siempre encantadora June Allyson. La versión setentera con Charlton Heston y Raquel Welch. La misma década también tuvo un musical soviético inspirado en la obra de Dumas. Y si nos saltamos a los 90, tenemos a Kiefer Sutherland, Charlie Sheen, Chris O'Donell y Oliver Platt como el cuarteto dinámico. También, hace tres años, vino una versión con ansias de éxito de acción, con Orlando Bloom y el ganador del Oscar Christoph Waltz como el cardenal Richeliu.
Esto es sin enumerar las versiones animadas que van del animé japonés, a la versión con Mickey, el Pato Donald y Tribilín, a la propuesta hecha por las animaciones Barbie, donde los mosqueteros son mujeres.
Los tres Mosqueteros, la novela de Alexandre Dumas -publicada como serie entre marzo y julio de 1844- se rehúsa a morir y revive una y otra vez en los más diversos formatos: ahora, la historia de los cuatro mosqueteros franceses del siglo XVII, ha vuelto a la pantalla con una versión de la BBC. The Musketeers se toma muchas libertades y distancias con el libro original, pero se mantiene fiel al período histórico, a diferencia de otras adaptaciones de clásicos como Sherlock Holmes.
En The Musketeers -cuyos 10 capítulos están disponibles desde hoy en Netflix-, la acción comienza cuando el veinteañero D'Artagnan (Luke Pasqualino, Skins) viaja con su padre. Los embosca un grupo armado, cuyo líder sería un tal Athos. D'Artagnan llega a París en busca de venganza, pero se topa con que el asesino era un impostor, y Athos (Tom Burke), está siendo injustamente culpado. Se termina uniendo a su defensa, con sus compañeros, Porthos (Howard Charles) y el encantador y mujeriego Aramis (el chileno Santiago Cabrera, quien vuelve a trabajar con la señal pública británica tras su rol de Lancelot en la serie Merlin). Además, están las mujeres, lideradas por la clásica y vengativa Milady (Maimie McCoy), quien comparte presente con D'Artagnan y pasado con Athos. Y como el cardenal Richeliu, el hombres tras el verdadero poder del rey Louis XIII, está el actor británico Peter Capaldi, (quien es además la actual encarnación de Doctor Who).
Para convertirse en mosqueteros, los actores tuvieron que ir a un "campamento" intensivo en República Checa, donde por semanas limpiaron caballerizas, practicaron montura y entrenaron con las espadas. En la serie, y a diferencia también de la novela original, los cuatro protagonistas no sólo son capaces espadachines, también suelen desenfundar sus mosquetes y disparar. Otro elemento que destaca en la serie, creada por Adrian Hodges, es que tiene gran sentido del humor. Así, el resultado final es una producción histórica con espíritu de matiné antigua: aventuras, algo de romance y con frases para el bronce que buscan entregar sonrisas. Cuando Porthos le pregunta a D'Artagnan por un interés romántico y el joven contesta que ella está casada, como impedimento, Aramis sonríe y dice: "Vaya, sí que es de Gasconia".
"La serie es entretención pura, en el mejor sentido de la palabra. Es una gran, gran aventura, tiene mucho humor -eso me atrajo, porque no se toma muy en serio- y es también un drama", dijo Santiago Cabrera en enero, durante una entrevista a La Tercera. "Al centro de esta aventura, donde tienes peleas de espada y los caballos y todo este mundo político de Francia, están los cuatro personajes que uno conoce y se disfruta mucho la relación de ellos, esta hermandad que tienen".
La serie se estrenó en enero de este año en Gran Bretaña, consiguiendo 6,3 millones de espectadores en su primera temporada. Contó, además, con la aprobación de la crítica británica. En The Guardian, por ejemplo, se aplaudió que aunque se conserve la producción de época, estos sean finalmente unos mosqueteros para las nuevas generaciones: "No tiene mucho que ver con Alexander Dumas. Pero ciertamente es entretenida. Y atraerá a los adolescentes soñando con amor y aventuras".
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