La caída del artífice de la destitución de Dilma Rousseff

Comiendo pan con mantequilla cuando salía de un supermercado. Así fue detenido este miércoles en Brasilia el ex presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, luego de ser acusado de participar en la trama de corrupción de Petrobras, informó la policía.

La orden de captura fue dictada por el juez Sergio Moro, a cargo de la operación Lava Jato. Cunha, del Partido Democrático del Movimiento Brasileño (PMDB), el mismo del Presidente Michel Temer, está acusado de haber recibido sobornos por US$ 5 millones por dos contratos para construir dos barcos para la petrolera estatal. Moro determinó que sean bloqueadas cuentas bancarias en las que el ex diputado mantenía unos depósitos por 220 millones de reales (casi US$ 70 millones), una fortuna que ahora deberá justificar ante la justicia.

La Policía Federal fue la encargada de arrestarlo, mientras que su casa en el barrio Barra da Tijuca, en Río de Janeiro, fue registrada. Tras su detención en Brasilia, Cunha fue trasladado a la ciudad de Curitiba, donde están centradas todas las operaciones sobre la red de corrupción que operó en Petrobras.

En su condición de presidente de la Cámara Baja, Cunha aceptó a trámite en diciembre pasado las acusaciones que dieron inicio al juicio político que llevó a la destitución de la Presidenta Dilma Rousseff por irregularidades en el manejo de los presupuestos.

En julio pasado, al renunciar a la presidencia de la Cámara Baja en medio del proceso que en septiembre finalmente le costó el escaño, Cunha se ufanó de haber iniciado el trámite que llevó a la caída de Rousseff. "Estoy orgulloso por haber ayudado a que Brasil se librara de uno de los gobiernos más corruptos que ha tenido", declaró entonces.

Con la reputación de ser un "Maquiavelo brasileño", la figura de Cunha se convirtió en una de las caras de la corrupción que golpea al Estado en Brasil. Y su supervivencia fue atribuida a su capacidad de maniobra. No en vano fue identificado como el "Frank Underwood brasileño", en referencia al inescrupuloso personaje de la serie House of Cards. Una comparación que indignaba al fervoroso evangélico, quien replicaba: Underwood "es ladrón, homosexual y asesino. Yo no".

Cunha calificó la orden de detención dictada por Moro como "absurda" y "sin ninguna motivación". En tanto, el senador Lindbergh Farias (PT) dijo que una eventual delación compensada de Cunha puede perjudicar a Temer. "Si él hace una delación, el gobierno de Temer no se sustenta por un día", advirtió.