Ramón Fernández fue, quizás, el más perjudicado con el regreso de Jorge Valdivia a Colo Colo. El volante nacionalizado no sólo corre el riesgo de perder el puesto en el mediocampo, considerando que su función coincide con la del Mago sino, además, tuvo que cederle al recién llegado el número que utilizó durante toda su estadía en Macul: el 10.
Sin embargo, el transandino recibió un particular 'premio de consuelo'. Ocupará otro número igualmente emblemático, sobre todo para los hinchas más jóvenes de la escuadra popular: el 14, el mismo que popularizó otro Fernández: Matías.
En el primer semestre, esa casaquilla estuvo en manos de Pedro Morales, quien no fue considerado por Pablo Guede, pese a que aún se mantiene practicando con el equipo popular.
Así, se reeditará un combinación nostálgica: el 14 del Cacique con el apellido Fernández debajo. Una mezcla que, de todas formas, en Pedreros sueñan volver a ver en su protagonista original.