El Gobierno chino extendió su campaña oficial contra los contenidos pornográficos a los teléfonos móviles, publicó hoy el periódico oficial "Global Times".
Según la Oficina de Publicaciones Ilegales y Antipornografía, dependiente del Ministerio de Seguridad Pública, la iniciativa pretende "proteger la salud mental y física de la juventud".
Recientemente, medios oficiales como la televisión estatal china CCTV y el rotativo "Diario del Pueblo" se hicieron eco del aumento de la presencia de pornografía en los móviles a través de las aplicaciones que se descargan en los llamados 'smartphones' (teléfonos inteligentes).
Los grandes operadores de telecomunicaciones del país fueron señaladas como culpables de este problema por no prestar atención a los contenidos que ofrecen.
Además, se acusó a estas compañías de recaudar dinero a través de la pornografía, ya que las descargas a través del sistema remoto WAP cuestan alrededor de 2 yuanes (30 centavos de dólar, 20 céntimos de euro) de los que las firmas de telefonía móvil se embolsan casi la mitad.
China Mobile, principal operadora del país con 400 millones de clientes, salió al paso de las críticas y a través de un portavoz aseguró que abrió investigaciones internas para determinar si ha habido un quebrantamiento de las leyes.
Por su parte, China Unicom, su principal competidora, también señaló que castigaría a quien ofreciese conexiones a servicios de pornografía en su red.
Sin embargo, los expertos lamentan que, a pesar de este gesto, las operadoras seguirán ofreciendo pornografía porque supone un negocio lucrativo para sus arcas.
Se calcula que actualmente más de 192 millones de personas usan internet a través de sus teléfonos móviles en China, muchos de ellos jóvenes, y las autoridades chinas mostraron su preocupación de que "el contenido vulgar envenene sus mentes".
El Ministerio de Seguridad Pública reconoció, a su vez, la dificultad de perseguir y bloquear los contenidos pornográficos a través de internet, ya que en muchos casos operan desde fuera de las fronteras chinas.
"Los oficiales encargados de hacer cumplir la ley deben pasar un mínimo de un mes rastreando una página pornográfica desde que se publica en la red", expuso Shi Xiansheng, vicesecretario general de la Sociedad de Internet de China.
Pekín inició en enero una campaña global para acabar con los contenidos pornográficos en internet, que ha llevado al bloqueo de miles de páginas y a la detención de 41 personas.
No obstante, los activistas políticos y ONG defensoras de la libertad de prensa, como Reporteros Sin Fronteras (RSF) y Human Rights Watch (HRW), califican estas iniciativas de excusas para censurar contenidos políticos.
Con más de 300 millones de internautas, China cuenta con la mayor comunidad de usuarios de Internet del mundo, por delante de EEUU, pero sin embargo su aparato censor es uno de los más sofisticados del planeta.