Puede que se importen franquicias como Lollapalooza, que los festivales de timbre rockero vivan su mayor bonanza o que se especule con el aterrizaje de figuras legendarias, pero en la cartelera local hay una certeza que resiste modas y tendencias: los artistas latinos con cuna en la balada siempre garantizarán una convocatoria masiva. Por lejos, son los más rendidores.
"Es cosa de ver el dial y las ventas. La inmensa mayoría asocia grandes momentos de su vida a la música en español", se aventura Jorge Ramírez, director de Multimúsica y gerente general de la Asociación de Productores de Espectáculos, en torno a un escenario que ya acumula décadas, pero que tendrá su evidencia más categórica este semestre. A partir de la próxima semana, y en sólo dos meses, seis conciertos consagrados al género reunirán a un total de 236.900 personas. Una cifra de alta densidad si se levantan paralelos: por ejemplo, en toda la temporada 2007 -que trajo a ilustres como The Police o Soda Stereo-, los shows congregaron a un total de 567 mil personas, por lo que ese puñado de eventos románticos llevará casi la mitad de público de un año normal en la cartelera.
Una maratón (ver infografía) que empieza este miércoles 3, con las cinco fechas de Ricardo Arjona en Movistar Arena; sigue el 15 de octubre, con la tripleta de Luis Miguel en el mismo reducto, más una escala en la Quinta Vergara; luego es el turno del tour Gigant3s (Marc Anthony, Carlos Vives y Juan Luis Guerra) y Ricky Martin, ambos en el Estadio Nacional; para rematar a fines de ese mismo mes con Marco Antonio Solís y Luis Fonsi, nuevamente en el arena del Parque O'Higgins. Un listado que además materializa otra contingencia. En sólo un par de semanas pasarán por Santiago los cantantes que más discos han vendido en toda la historia de Chile, superando incluso a instituciones como Elvis Presley y The Beatles.
Reyes sin contrapesos
El podio lo encabeza Luis Miguel, quien, hasta 2013, había despachado 2.456.533 álbumes, sumando lo editado en Warner Music y EMI. Eso, sin contar algunos montos de los primeros años que no están digitalizados, por lo que sus números alcanzarían fácilmente los tres millones de copias. En segundo puesto aparece Arjona, con un millón 200 mil ejemplares, y su título Historias (1994) como el más rentable (100 mil unidades). O sea, entre el mexicano y el guatemalteco han vendido más de cuatro millones de discos sólo en Chile. Si se quiere ilustrar de un modo más cotidiano, es como si un 24% de la población del país alguna vez hubiera comprado un trabajo de ambas figuras.
"Pero son muy distintos y llegan a públicos diferentes, por lo que ahí se explica que sus recitales puedan convivir sin problemas en tan poco tiempo", dice Claudia Herrera, coordinadora de Minutos en Soledad, el club de fans del hombre de Mujeres en Chile.
De hecho, su tesis también ha merodeado en la industria de conciertos: ¿Pueden convivir las visitas de los peces gordos de la canción latina, con tan poco tiempo de distancia y sin que ninguno salga dañado en venta de entradas? En el circuito reina un optimismo fundamentado en los diversos públicos de cada uno.
Por ejemplo, entre los promotores está claro que Ricky Martin abarca una fanaticada más pop, más joven y con mayor presencia masculina que Luis Miguel o Marco Antonio Solís. En tal sentido, la voz de Cuando calienta el sol congrega a una hinchada más tradicional, que lo sigue desde sus días imberbes y que hoy supera los 30 años, a distancia del contingente veinteañero que se ve en Luis Fonsi.
Alfredo Alonso, de la productora Bizarro (Solís, Gigant3s), se suma: "La gente ve a la música en inglés como diversa, con rock, pop, metal, pero a la cantada en español la mira como una sola, y no es así. En esos artistas hay de todo: merengue, salsa, baladas, bachata. Y por eso da para todo público". En el caso de Gigant3s, ya se han vendido 18 mil boletos, aparte de reportar otro logro para Anthony: será su presentación número 20 en el país desde su debut en 2008.