Esta mañana el ingeniero comercial Rafael Garay realizó su primer punto de prensa desde que salió del país hace casi dos meses, en el que además de mantener la duda sobre su supuesta enfermedad y sobre las acusaciones de estafa en su contra, hizo mención al conflicto que mantiene con el periodista Iván Núñez, y además descartó haber mencionado a Sebastián Dávalos, hijo de la Presidenta Michelle Bachelet, como parte de la argumentación para solicitar asilo en Rumania, donde cumple arresto domiciliario.

Y es que ayer, un medio rumano que ha dado amplia cobertura al tema aseguró que Garay solicitó el asilo debido a que era perseguido políticamente por Dávalos, lo cual, sin embargo negó esta mañana. "Tengo links de que yo impliqué con nombre y apellido al hijo de la Presidenta. No es verdad, yo llamé al cónsul y él dijo que jamás lo nombré cuando solicité el asilo".

Pero en una presunta carta vía correo electrónico que envió a una amiga cercana el pasado 7 de octubre, y que está en poder de la Fiscalía y la PDI,  asegura todo lo contrario. En el punto 1 del texto, al que accedió La Tercera, Garay afirma que posee información sobre presuntas irregularidades cometidas por Dávalos vinculadas con haber sido parte del equipo negociador del acuerdo de libre comercio entre Japón y Chile, asegurando que hubo una oferta de arrendar facturas "a través de servicios y estudios falsos, que nunca existieron, pero que eran relevantes en el marco de la negociación de dicho acuerdo de libre comercio. ".

Garay continúa asegurando que "algunos saben que manejo esta información, y que puedo dar pistas claras a la contraloría para facilitar la investigación, lo que me pone en una situación muy delicada y bajo mucha presión. En el pasado reciente ya fui intimidado por este asunto a través de llamadas anónimas, a las cuales en su momento no les di mucha importancia".

"Comenté esto con políticos y periodistas, y la recomendación inicial que recibí fue la de no "meterme" en un asunto tan complejo sin tener un adecuado apoyo de un equipo", agrega. De todas formas, en el correo Garay no entrega ninguna prueba que respalde su denuncia.

LA ALUSIÓN A NÚÑEZ

Por otra parte, Garay en su declaración de hoy mencionó el conflicto que mantiene con el periodista Iván Núñez, y aunque dijo que no ahondaría mayormente en ese tema, sí señaló que le "podría responder cosas que lo mandarían sentado ahora, de cosas que hizo, inapropiadas, siendo un hombre casado con cuatro niños, pero no voy a entrar en esa materia".

Pero en la misma carta a su amiga de hace dos meses, Garay le solicita divulgar ese tipo información sobre el comunicador, dando detalles específicos sobre presuntas aventuras extramaritales, y además agrega que cuando pensó en vender su compañía hace algunos años "le reintegré el 100% de sus recursos, sin cobrar comisión alguna, y el no declaró esas ganancias para efectos tributarios".

Además, agrega que Núñez "olvidó mencionar que hace unos tres meses le transferí de urgencia un día sábado, en menos de una hora, $8.000.000 que el necesitaba para poder pagar de urgencia impuestos que adeudaba".

Asimismo, negó que haya "robado historias" a Iván Núñez, y que eso se puede acreditar con su pasaporte y fotos, y que incluso recibió un reconocimiento en Japón por su colaboración en Tokio. "Jamás dije que entré a Fukushima, sí que me acerqué bastante en vía a Sendai".

Al cierre del correo, Garay hace una declaración muy similar a la que hizo hoy ante los medios de comunicación: "Espero que al final todas las mentiras y omisiones utilizadas para afectar mi imagen y profesionalismo por años conocido, permita un eventual proceso justo, una defensa justa, y que además se investiguen todos los antecedentes que he entregado, para anular los comentarios injustos, mal intencionados, y oportunistas de personas que intentan tomar ventaja de este complejo momento para mi, para mi familia, y mis cercanos".