El gobierno estadounidense prometió combatir "vigorosamente" el incremento de los robos en el extranjero  de secretos industriales, en medio de preocupación por los recientes ataques de hackers que provendrían de China.

"Continuaremos actuando vigorosamente para combatir el robo de secretos  comerciales estadounidenses, que pueden ser usados por empresas o gobiernos  extranjeros para obtener injustas ventajas económicas", anunció la Casa Blanca  en un nuevo documento sobre estrategia comercial.

"Las tendencias que emergen muestran que la frecuencia de casos de  espionaje económico y de robos de secretos industriales que son víctimas las  empresas estadounidenses está en incremento", aseguró el documento, que detalla  una estrategia de lucha contra este fenómeno, con un refuerzo de la  coordinación intergubernamental y una sensibilización de las empresas. 

"Los competidores extranjeros de empresas estadounidenses, algunos vinculados a gobiernos extranjeros, aumentaron el número de tentativas de robo de informaciones relativas a secretos industriales, a través del reclutamiento  de empleados actuales o pasados", acusó el texto.

La administración del presidente Barack Obama prometió "continuar siendo  vigilante frente a las amenazas, entre ellas las de robos de secretos  industriales por empresas y Estados, que amenazan nuestro estatus mundial de  líderes en materia de innovación y creatividad".

"El robo de secretos industriales amenaza a las empresas estadounidenses,  socava la seguridad nacional y pone en peligro la seguridad de la economía  estadounidense", subrayó el gobierno estadounidense. Y prometió "ejercer una  presión diplomática sostenida y coordinada sobre países terceros afín de  desalentar" la realización de este tipo de robos.

"Otros gobiernos deben reconocer que la protección de secretos industriales  es vital para el éxito de nuestras relaciones económicas y que deben tomar  medidas para reforzar la lucha" contra este fenómeno, insistió el informe.

Si bien el texto no cita directamente a China, menciona varios ejemplos  recientes relativos a las condenas de la Justicia estadounidense a personas acusadas de espionaje en detrimento de las empresas estadounidenses y en  provecho de sociedades o entidades chinas.

Entre las empresas norteamericanas que fueron víctimas de espionaje figuran  los fabricantes de autos Ford y General Motors, los grupos químicos DuPont y  Dow Chemical, y la empresa especializada en electrónica Motorola.

La promesa de estas nuevas medidas llega un día después de la publicación  de un informe de la empresa Mandiant -una de las que asesora al gobierno  estadounidense en seguridad informática- que acusa al Ejército chino de  controlar centenares e incluso miles de hackers entre los más peligrosos del  mundo. 

Según este informe -rechazado categóricamente por China- estos piratas  informáticos atacaron recientemente a periódicos, empresas y agencias del  gobierno de Estados Unidos.