La Casa Blanca reiteró hoy la necesidad de lograr una reforma migratoria exhaustiva, después de que el gobernador estadounidense Bob Bentley firmara hoy una dura ley contra la inmigración ilegal en el estado de Alabama.

"Nuestra posición es clara es necesaria una reforma exhaustiva del sistema de inmigración. Seguimos buscándola y creemos que se puede lograr un consenso entre los dos partidos para lograr esa reforma", dijo el portavoz Jay Carney.

La mayor organización en favor de los derechos civiles en el país, ACLU, anunció, que presentará una demanda contra la nueva ley, más dura que la aprobada en Arizona el año pasado y que se encuentra parcialmente paralizada en los tribunales.

Entre otros elementos, la ley de Alabama, que entraría en vigor el 1 de septiembre, obliga a que las escuelas públicas exijan prueba de residencia legal para la inscripción de estudiantes, y deberán entregar informes a la Junta Estatal de Educación sobre el estatus migratorio de los alumnos. También prohíbe la educación universitaria a estudiantes indocumentados.

Con esta ley la policía local de Alabama podrá exigir los "papeles" a quienes detenga por infracciones de tráfico y otros delitos menores y sospeche que están en el estado de forma ilegal. En ese caso, los detenidos afrontarán cargos por el crimen de no portar un permiso de residencia para extranjeros.

Además, exige que los negocios utilicen el programa federal "E-Verify" para verificar el estatus migratorio de sus empleados. Las empresas podrían perder sus licencias si contratan a indocumentados. También convierte en crimen estatal el traslado o albergue de inmigrantes indocumentados, algo que con seguridad afectará a personas con familiares "sin papeles".

La ley fue aprobada la semana pasada en el Senado estatal por un margen de 25-7, días después de que lo hiciera la Cámara de Representantes estatal también por amplia mayoría. Ambas cámaras de la legislatura estatal quedaron bajo control de los republicanos en noviembre de 2010, por primera vez en 136 años.