"Ellos le tienen miedo a la verdad", se le escucha decir al presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Luego es 1998. El mandatario habla del problema de la vivienda. Dice que lo va a solucionar. Segundos después llega 2010. Y Chávez declara que la situación de la vivienda es un problema de Estado que hay que resolver. "No hay nada más peligroso que la verdad", dice Chávez en otro contexto.

Este aviso es transmitido varias veces al día en las pausas del canal privado Globovisión. Y es apenas una muestra de la "contaminación política" en la televisión venezolana.

El estatal Venezolana de Televisión no se queda atrás. Sus pausas publicitarias están dedicadas a ensalzar los logros de la petrolera Pdvsa o el avance de la Misión Agro-Venezuela, por mencionar sólo algunos ejemplos.

Y aunque estos no son los canales más vistos por los venezolanos, sí son los que marcan la agenda política.

Tanto académicos consultados por BBC Mundo como los encargados de las cadenas coinciden en algo: "Es lamentable".

Desde que "niegan el periodismo" hasta que sirven de "válvulas de escape", pasando por la aceptación de que los medios de comunicación son "actores políticos".

Andrés Cañizález, profesor investigador del Centro de Investigaciones de la Comunicación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), y Maryclen Stelling, socióloga y coordinadora del Observatorio Global de Medios de Venezuela, afirman que la situación de polarización mediática no comenzó en la era Chávez.

Dicen que empezó a fines de los 80 y principios de los 90, pero se exacerbó con la llegada del mandatario al poder en 1999.

Y Hoy por hoy, y desde hace años, los canales están al servicio de la política. Al menos Globovisión y Venezolana de Televisión, el resto -Venevisión, Televen, Televisora Venezolana Social y ViVe- se dedican a programas de entretenimiento y culturales, entre otras ofertas.

EN CLAVE POLITICA

A juzgar por algunos canales, hay quien podría pensar que Venezuela vive en campaña electoral permanente.

"Los canales que deberían ser del Estado son del gobierno. Todo está construido en función de una causa política y de una verdad al servicio de la causa. Pero esto también ocurre en las emisores privados. Es igual de grave en ambos sectores", dice Stelling.

La socióloga reconoce que esto es un fenómeno que ocurre en otras partes, pero en Venezuela "con la polarización que hay, los medios cumplen funciones descaradamente políticas, donde se funden los intereses editoriales e informativos".

Desde Venezolana de Televisión no se niega esta situación.

"La línea editorial no debería ser tan evidente en pantalla. Pero acá lo que ocurre es que, si sos un medio del Estado vas a hablar de los logros del gobierno y eso es lo que estamos haciendo. No es algo que podamos ocultar. En Globovisión se dedican a informar de lo malo del gobierno", le dice a BBC Mundo la coordinadora de prensa de VTV, Naimí Nuñez.

Sin embargo, desde Globovisión la mirada es otra. Elsy Barroeta, jefa de información del canal, comenta que "muchos estudios pueden decir que estamos polarizados a favor de la oposición, y la postura de los dueños es conocida, pero eso no representa la línea editorial de la empresa".

Barroeta subraya que, si los políticos oficialistas no aparecen más a menudo en las pantallas de su canal, no es porque Globovisión no quiera. "Nosotros los invitamos, pero no vienen", asegura.

"VALVULA DE ESCAPE"
Los canales "confrontan como ejércitos en una batalla", dice Stelling quien advierte de los riesgos de que las cadenas ni siquiera estén interesadas en representar la "realidad".

Pero este enfrentamiento cuenta con el apoyo de los espectadores, que esperan eso cuando encienden la televisión y que si vieran algún cambio en la actitud de sus canales lo tomarían como una "traición", advierten los expertos.

La socióloga Stelling aporta una mirada particular. Aunque reconoce que los medios alimentan esa polarización, asegura que "han fungido como válvulas de escape para evitar que se llegue a una confrontación física. Porque en el día a día el choque y la 'venganza' con el contrario se da en los medios".

Cañizález comparte, en parte, esta opinión al explicar que el choque no se da en el terreno real, sino que se trata de "una polarización que simbólica, donde probablemente los medios terminen siendo una válvula de escape".

¿PERIODISMO?

El investigador de la UCAB critica que los canales no vayan en busca de la construcción de una mayoría, sino que se dediquen a hablarle a una minoría.

"Para mí es lamentable. Se debería promover una mayor posibilidad de información no sesgada. Que no se nos venda propaganda como información. Pero no hay voluntad política en esos medios para cambiar su postura y tener una mirada más plural", asegura Cañizález.

"Si uno le pasa un escáner a las informaciones, la cobertura es sesgada, los conductores toman posición abiertamente. Hay una cantidad de vicios que niegan el abc del periodismo", agrega.

Desde dentro la visión no es tan disímil.

"Ésta es la realidad del periodismo venezolano. Tendría que haber más espacios de denuncia, de autocrítica del gobierno. En Venezolana de Televisión todo es campaña a favor del gobierno. No hay equilibrio. No es sano. Le estamos haciendo un flaco favor al periodismo y la sociedad", opina Nuñez.

"Más que haciendo periodismo estamos haciendo periodismo institucional. De un lado y del otro", subraya, haciendo referencia a Globovisión.

Barroeta dice que desde el canal hay convencimiento de que se aspira a cumplir la función social de los medios. Aunque reconoce que "debe haber sectores que piensen que no".

La jefa de información de Globovisión defiende el uso de espacios donde se recurre al archivo para intentar dejar mal parado al gobierno.

"Lo que pasa es que el periodismo contrasta, contextualiza. Lo hacemos porque es así, porque hay contradicciones. Puede ser antipático, pero es un hecho que hay que evidenciar"
, asegura.