A diferencia de alguno de sus miembros más célebres, como Tom Cruise y John Travolta, la historia de la actriz Leah Remini como miembro de la iglesia de la Cienciología comenzó a muy temprana edad. Cuando tenía nueve años se unió a la organización religiosa -popular entre varias figuras del entretenimiento y que postula que los seres humanos son almas inmortales cuyos recuerdos han sido alterados- luego de que sus padres lo hicieran. Durante 30 años permaneció entre sus filas, llegando a ser una de sus más férreas defensoras públicas.
Pero la devoción se acabó. Remini comenzó a cuestionar las prácticas de la religión, que incluyen intensos procesos de adoctrinamiento, depósitos de dinero y castigos para quienes no respeten las reglas. Sobre todo, la actriz de The King of Queens comenzó a hacer preguntas sobre la desaparición -hasta el día de hoy- de la esposa del líder de la iglesia David Miscavige, Michele, a quien no se le ve en público desde 2007. Tras años de interrogaciones por parte de la organización por sus faltas, que además incluyó una prohibición de sus miembros de acercarse a ella, Remini dejó oficialmente la iglesia en 2013, junto a toda su familia, tras más de 30 años.
Desde entonces la actriz se ha dedicado a denunciar a la organización. En 2015 publicó sus memorias detallando sus años en la iglesia y ahora llega al cable con la docuserie Esclavos de la Cienciología, que se estrena esta noche a las 22 horas por A&E (30 VTR, 506 Movistar). A través de nueve episodios de una hora, Remini entrevista a ex miembros de la iglesia que detallan los abusos y persecuciones de las que fueron víctimas cuando cuestionaron o trataron de dejar la doctrina, que incluyeron amenazas, acoso e intentos de desacreditación pública. Por supuesto, la serie -que ya fue renovada para una segunda temporada- causó polémica, y la iglesia de la Cienciología llamó a boicotear la producción.
El caso de Remini es sólo el más reciente de documentales sobre esta iglesia, entre los que se encuentran Going clear (2015), producido por HBO -y disponible en Netflix- y a los que este año se sumó My Scientology movie, una película con una modalidad atípica: el documental se centra en, justamente, cómo sus realizadores intentan hacer un documental sobre la religión, con la ayuda de un ex oficial de la iglesia, y la agresiva represalia que reciben de los cienciólogos. La cinta, distribuida por la BBC, debutó en marzo en Estados Unidos y recibió elogios por parte de la crítica, que aclamó el tono irónico con el que fue filmada la historia, sin perder la seriedad del trasfondo.