El siempre controvertido entrenador luso acumula multas económicas en sus pasos por Inglaterra, Italia y España. Además, al margen de las sanciones impuestas por las ligas locales en las que ha participado, el portugués también ha sido castigado por la UEFA, en sanciones que ya sobrepasaron los 400 mil dólares.

El primer gravamen económico contra Mou se produjo en 2005, cuando, estando al mando del Chelsea y previo a enfrentar al Manchester United por las semifinales de la Copa FA, el entrenador de los Blues acusó al ex entrenador Alex Ferguson de presionar a los árbitros. La suma a cancelar, aquella vez, alcanzó los 11 mil dólares.

Un año más tarde, en el inicio de lo que sería una batalla a largo plazo con Pep Guardiola y el Barcelona, Mourinho debió cancelar 19 mil dólares, luego que la UEFA considera que sus declaraciones, respecto a los octavos de final de la Champions ante el cuadro culé, "crearan un ambiente envenenado y negativo".

Pero las cifras aumentaron considerablemente a partir de 2007. Ese año, y tras vulnerar un enunciado de la FIFA, convenciendo a Ashley Cole de Fichar por el Chelsea paralelo a su contrato con el Arsenal, el portugués debió pagar 158 mil dólares. En tanto, el equipo regido por el ruso Abramovich debió costear otros 628 mil.

Ya en Italia, y lejos de calmarse con los logros deportivos conseguidos con el Inter de Milán, el entrenador acumuló multas por 113 mil dólares. En dos años al mando del cuadro lombardo, Mourinho fue acusado en diversas ocasiones incitar incidentes dentro del campo de juego.

En tanto, estando en el Real Madrid, el luso sumó dos castigos distintivos. El primero de ellos ocurrió en 2010, cuando en un partido de Champions League frente al Ajax holandés, Mourinho ordenara a Xabi Alonso y Sergio Ramos forzar las tarjetas limpias que "los limpiara" para la siguiente fase de competencia. Tras ser captado por las cámaras de televisión, debió cancelar 44 mil dólares.

Mientras que la segunda sanción tuvo lugar en la semifinal de Champions de 2011 contra Barcelona, cuando el entrenador puso en entredicho la labor del árbitro del encuentro. Tras el episodio, fue multado por 58 mil dólares.

A esto hay que sumarle las 8 mil libras que debió cancelar el año pasado en Inglaterra, luego de que el 15 de marzo, en la derrota del Chelsea a manos del Aston Villa, el técnico invadiera el campo de juego.

Es el historial de un entrenador que, más allá de sus logros deportivos, ha debido desembolsar una importante suma de dinero por sus arrebatos.