Claudio Bravo se coronó campeón con Barcelona de la Liga española, confirmando el gran momento que vive el portero chileno en la competencia hispana.
El título, además, significa la consagración en la exitosa carrera del cancerbero nacional en tierras ibéricas, al ser su primer título en Primera División en España.
Es que desde que arribó el 2006 a Real Sociedad, el nivel del meta criollo fue en ascenso, convirtiéndose en una de las figuras del cuadro vasco.
Su buen paso por el conjunto donostiarra lo puso en carpeta del elenco catalán, cuadro al que finalmente arribó tras su buen desempeño con la ROja en el Mundial de Brasil 2014.
Con los blaugrana, Bravo jugó hasta hoy todos los partidos de la Liga por la decisión del técnico Luis Enrique de rotar a los arqueros (el alemán Marc André Ter Stegen es titular en la Champions). Y el comienzo fue sencillamente espectacular. El chileno estuvo 754 minutos con su portería invicta, superando el record de Pedro María Artola en un inicio de temporada, y sólo el portugués Cristiano Ronaldo acabó con su racha en el clásico de la primera rueda.
Con el transcurso del certamen, el capitán de la Selección chilena fue ganándose cosntantemente las loas de los fanáticos, la prensa y sus propios compañeros, siendo calificado en reiteradas ocasiones como una "prenda de seguridad" para el conjunto culé.