La crisis desnuda las medidas más extremas y controvertidas, a la hora de recaudar todo vale. Así el gobierno de Mariano Rajoy planea entregar la residencia a todo extranjero que compre un inmueble de más de 160 mil euros para impulsar al estancado y colapsado mercado de la vivienda.

El jefe de gobierno aseguró hoy que el Ejecutivo "no ha tomado ninguna decisión" sobre la posibilidad de conceder el permiso de residencia a los foráneos que compren en España viviendas, pero habló claramente de la necesidad de reducir el stock inmobiliario "a precios razonables".

"Necesitamos vender esas viviendas", subrayó Rajoy con marcada avidez, antes de sostener que los indicadores muestras que "lo peor de la crisis ha pasado" aunque queda camino por recorrer.

En una conferencia de prensa conjunta con la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, Rajoy fie interrogado por los periodistas sobre la idea de los inmuebles que lanzó horas el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz.

Legaz sostuvo que el gobierno español estudia cambiar el reglamento de la Ley de Extranjería para dar el permiso de residencia a los extranjeros que adquieran una vivienda en España por importe superior a 160.000 euros.

El funcionario admitió que se apunta a inversores rusos y chinos.

Según datos de firmas del rubro, España cuenta con unas 800.000 viviendas de nueva construcción sin vender, una de las consecuencias más visibles del estallido de la "burbuja" inmobiliaria en 2008 y se estima que en el último año el valor del metro cuadrado a estrenar descendió casi un 20% promedio.

Rajoy apuntó que tras 17 meses seguidos de caídas de las ventas de viviendas y departamentos, en agosto y septiembre han mejorado. "Es un dato menor, pero es positivo", deslizó optimista.

"Mi esperanza en que el sector de la construcción vuelva a salir adelante" porque "genera mucho trabajo" tanto directa como indirectamente y "espero que pronto se recupere", sostuvo Rajoy.

El presidente de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE), José Manuel Galindo, calificó de "muy positiva sin paliativos" la iniciativa del Gobierno.

La decisión "puede ayudar al desapalancamiento del sistema financiero y también de la economía en general", opinó Galindo.

Las protesta no tardaron en hacerse escuchar. "El gobierno saca a la venta los permisos de residencia", tituló con sarcasmo el diario Público, mientras que para El País puso rápidamente un sondeo de opinión en su portal web que en la noche de Madrid mostraba un 79% de oposiciones en los encuestados. 

La Secretaria de Cooperación e Inmigración del opositor Partido Socialista (PSOE), Marisol Pérez Domínguez, dijo que el gobierno, "en lugar de asumir un rol comerciar de promotor inmobiliario, debería actuar de verdad para frenar los desalojos y que no haya cada vez más pisos vacíos y más familias en la calle".

Tres personas se suicidaron en las últimas semanas, acosadas por el desalojo, tras no poder afrontar las deudas, lo que llevó al gobierno de Rajoy a dejar en suspenso cualquier acción que acabe con gente en la calle, siempre y cuando demuestre su imposibilidad de pago. Según Pérez Domínguez, canjear residencia por compra de inmuebles es un "disparate que evidencia la total equivocación de las prioridades del gobierno".

En los seis primeros meses del año 82.711 extranjeros obtuvieron su tarjeta de residencia, según el diario Publico.  La cifra se amplía a 189.536 personas que obtuvieron su permiso entre el 30 de junio de 2011 y el 30 de junio de 2012.

"Con esta nueva medida el número crecerá, aunque ni siquiera García Legaz fue capaz de dar una cifra concreta", advirtió el rotativo.