Al menos 214 mujeres y niñas, recientemente liberadas tras estar cautivas en manos del grupo terrorista Boko Haram en el noreste de Nigeria, están embarazadas, según informó hoy el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU).

El ejército de ese país liberó la semana pasada a casi 700 mujeres y niñas que estaban en campamentos de la organización islamista, las cuales permanecían esclavizadas y sometidas a matrimonios forzados, después de que los combatientes de esa agrupación las secuestraran luego de matar a los hombres mayores de sus familias.

Por este motivo, el FPNU se encuentra sometiendo a diversos análisis médicos a las mujeres y niños en busca de "varias enfermedades o infecciones, incluyendo el sida", dijo el director del organismo, Babatunde Oshotimehin.

El personero de la ONU dijo a la agencia de noticias nigeriana NAN que muchas mujeres "están en visible estado de embarazo, otras lo supieron por el test", por lo que todas están recibiendo apoyo médico.

Los soldados encontraron hoy a otras 260 mujeres y niñas que escaparon de los campamentos Boko Haram a las afueras del pueblo de Chalawa.

EL HORROR DEL CAUTIVERIO
Trágicos recuerdos son los que tienen algunos de los cientos de cautivos liberados por el ejército de Nigeria tras escapar de los islamistas que los tenían retenidos en la selva norteña de Sambisa.

Tras varios días viajando por carretera en todoterrenos, cientos de personas fueron puestas al cuidado de las autoridades en un campamento de refugiados de la ciudad oriental de Yola, donde fueron alimentados y atendidos de sus heridas.

Allí pudieron hablar por vez primera con los periodistas, en un caso que ha vuelto a concitar la atención internacional.

"No nos dejaban movernos", dijo una de las mujeres, Asabe Umaru. "Si necesitabas ir al baño, te seguían. Nos tenían en un lugar, en estado de esclavitud. Damos gracias a Dios por estar vivas y al Ejército de Nigeria por salvar nuestras vidas", agregó.

"Cuando vimos a los soldados, levantamos las manos para pedir ayuda. Boko Haram nos estaba vigilando y nos apedrearon para que les siguiéramos a otro escondite, pero nos negamos porque estábamos seguras de que los soldados nos rescatarían", dijo Umaru, de 24 años y madre de dos hijos, a Reuters.

Los prisioneros sufrieron una constante malnutrición y enfermedades, agregó. "Todos los días veíamos morir a alguno de nosotros y esperábamos nuestro turno".

Otra de la liberadas, Cecilia Abel, dijo que su esposo y su hijo mayor fueron asesinados frente a ella y luego la milicia le obligó a internarse a la selva junto sus ocho hijos restantes.

Apenas comió durante dos semanas, hasta la llegada de los militares.

"Nos alimentaban solo con maíz seco al mediodía, que no era bueno para el consumo humano", dijo. "Muchos de los que fueron capturados murieron en la selva de Sambisa. Incluso después de nuestro rescate fallecieron diez personas de camino hasta aquí".

Los liberados fueron alimentados con pan y tazas de té cuando llegaron al campamento. El doctor Mohammed Aminu Sulieman dijo a Reuters que 19 personas fueron hospitalizadas para recibir una atención especial.

Amnistía Internacional calcula que los insurgentes, que intentan imponer el dominio islamista en África Occidental, han secuestrado a más de 2.000 mujeres y niñas desde el inicio de 2014. Muchas fueron usadas como cocineras, esclavas sexuales y escudos humanos.

Entre los prisioneros liberados hasta el momento no parece estar ninguna de las más de 200 alumnas secuestradas en la localidad de Chibok en abril de 2014, un incidente que atrajo la atención global a un conflicto que dura ya seis años.

Umaru dijo que su grupo nunca entró en contacto con las niñas perdidas de Chibok.

El Ejército de Nigeria, junto a las fuerzas de las vecinas Chad, Camerún y Níger, ha recuperado varias zonas controladas por Boko Haram en los dos últimos meses.