El sociólogo alemán Ulrich Rosar sostiene, basándose en un estudio en el que analizó a 483 jugadores de la temporada 2007/2008, que los futbolistas feos rinden mejor en la cancha que los más atractivos.
Un equipo de trabajo de la Universidad de Düsseldorf (oeste de Alemania), bajo la dirección de Rosar, desarrolló el proyecto "Atractivo físico y rendimiento individual". Se valoró primero el atractivo físico de los jugadores, según encuestas, y luego lo comparó con el rendimiento en el campo.
Ese rendimiento fue valorado de acuerdo con indicadores como goles, contactos de pelota y estadísticas en la lucha por balones divididos.
El mejor calificado en el conjunto de esos parámetros en esa temporada fue el francés Franck Ribery, del Bayern Munich, que ocupó el puesto 480 en lo relativo a atractivo físico.
En el extremo contrario, los más atractivos según los parámetros físicos fueron Markus Daun, Adam Bodzek y Markus Neumayr, que descendieron con el MSV Duisburgo.
"Quien es físicamente atractivo no tiene que hacer mucho para dar una imagen positiva", dijo Rosar para explicar los resultados de su estudio.
"El jugador piensa: soy bello, no necesito esforzarme demasiado", agregó el sociólogo.
Rosar sostiene que los espectadores asocian a la belleza física de los jugadores cualidades como disciplina y creatividad.