Los avances más vanguardistas en decoración y diseño de interiores recaen ahora en la oficina, un espacio en el que los trabajadores pasan buena parte de su tiempo y que comienza a ser tratado con el mismo cuidado que los hogares. La nueva tendencia: los cubículos que aíslan al trabajador quedan olvidados para siempre. El objetivo es lograr la máxima productividad.

Cuidar la decoración y el diseño del entorno laboral es casi tan importante como el del hogar, ya que en los centros de trabajo pasa buena parte de su tiempo el hombre moderno. Al menos así lo piensan un grupo de revolucionarios empresarios y creadores que han hecho de la oficina el lugar en el que encontrar las nuevas tendencias en materia de decoración.

DISEÑO Y TRABAJO
El empresario español Enrique Sarasola, inspirado en la idea original del mexicano J. J. Pérez Hume, y con el apoyo del diseñador Tomás Alía, creó el concepto Perfect Business Room (PBR), una nueva línea de negocio en el campo inmobiliario que incorpora además diseño de vanguardia.

La propuesta no es otra que recuperar la iniciativa de arrendar dependencias sueltas en un gran edificio de oficinas. Un espacio de 1.500 metros cuadrados con capacidad para cien puestos de trabajo en la céntrica calle de Velázquez de Madrid presenta oficinas que son flexibles, en cuanto al tiempo y el espacio.

La empresa que decide recurrir a PBR arrienda parte de las instalaciones por la duración que desee –ya sean horas, días o meses-. Son espacios a la carta, completamente equipados, en el centro principal de negocio de la capital española, y con un diseño innovador en cuanto a materiales y gama cromática que no está reñido con la reducción de costos.

Porque lo que marca la diferencia es su diseño, ideado para hacer del entorno de trabajo un lugar de máxima comodidad y, por tanto, también de mayor productividad, ambición final de toda empresa.

La idea, que ya amplía negocio en Madrid antes de saltar a Barcelona y luego a México, se amplía con los Experimental Room, que encierran la misma idea pero están dirigidos a un tipo de empresa más joven y arriesgada.

LONDRES
En Londres nació Household Design, empresa encargada en "diseñar para la gente", como señala su eslogan. Esta empresa es una ramificación del grupo empresarial Virgin Media de Richard Branson, que comprende un sello discográfico, medios de comunicación, una conocida bebida del mismo nombre y una compañía aérea, entre otros.

En su filial, dedicada al diseño de interiores, se presta especial atención a la creación de espacios destinados al entorno laboral. Uno de sus clientes más célebres es la prestigiosa agencia de comunicación Naked. Para esta empresa ha creado un espacio en la emergente zona este de la capital británica perfecto para los "brillantes inadaptados" que conforman su equipo creativo.

Muebles de inapelable esencia "british" entre falsos paneles, habitaciones recónditas y retratos burlones que aportan un toque irónico a estas oficinas, convertidas en un lugar cálido y de ambiente distendido con le que romper las normas establecidas.

En el caso de la empresa de diseño web Poke, Household Desing sólo se ha encargado de destacar uno de sus espacios, los baños. "Debería ser un lugar que inspire la mente, de donde salir sintiéndose tan fresco como si se acabara de haber dado la vuelta a la manzana", explican con desafío desde Londres.

SINGAPUR
Y, cómo no, es en Asia uno de los lugares donde más prolifera esta tendencia de combinar vanguardia y trabajo. Allí es donde mejor saben que una oficina bien diseñada puede incrementar la productividad del trabajador.

Las oficinas de la agencia de publicidad y representación Kult, ubicadas en Singapur, recuerdan al aula de ciencias de un instituto. Un lugar diáfano y una sabia combinación entre lo artificial y lo natural tanto en la luz como en el mobiliario componen este trabajo de Work, la sección más creativa de la comunidad artística Farm, formada por arquitectos y diseñadores.

De esta forma, Farm convierte el centro de trabajo de Kult en un espacioso laboratorio de ideas, que nacen bajo un techo repleto de ampolletas con forma de tubo de ensayo. Los cubículos que aíslan al trabajador quedan olvidados para siempre.