Las caras en los defensores de Universidad de Chile evidencian desazón. Atrás quedaron las sonrisas de los jugadores que, hace apenas 60 días, lograron levantar el título del Torneo de Apertura 2014, con un rendimiento que rozó la perfección.
El mal juego del equipo preocupa a Martín Lasarte, quien busca explicaciones al bajón que los tiene en la penúltima posición de la tabla del Torneo de Clausura, con apenas cinco unidades.
Los rostros en la defensa son los mismos, pero con un rendimiento totalmente opuesto. Mathías Corujo, Osvaldo González, Cristián Suárez y José Rojas ya no le dan la misma seguridad a Johnny Herrera.
Los números así lo evidencian. El equipo que entrena en La Cisterna ha recibido 14 goles en siete encuentros, lo que ubica el desempeño de la defensa azul en el Clausura como el peor rendimiento de una zaga estudiantil desde 1973. En aquella temporada, al equipo que conducía Ulises Ramos le encajaron 16 anotaciones en los primeros siete encuentros disputados.
La autocrítica en la U es fuerte. "Los únicos culpables somos nosotros, y tenemos que mejorar lo antes posible. Jugando como lo hacemos en el medio local no podemos competir. Ojalá volvamos a ser la U que fuimos", señaló Ricardo Guzmán Pereira, hace un par de días, desde el Centro Deportivo Azul.
Uno de los aspectos que podría explicar la baja en el rendimiento de la defensa son los problemas físicos que han afectado a Martín Lasarte. El charrúa no ha participado con regularidad en las últimas prácticas de los azules, debido a los problemas lumbares que, incluso, lo obligaron a tener reposo en su hogar durante los últimos siete días. Al momento de dividir los grupos en los entrenamientos, Machete es el encargado de comandar los ejercicios y movimientos de la zaga, mientras Rodolfo Neme, su ayudante, supervisa las labores ofensivas.
La defensa azul busca dejar atrás los fantasmas y volver a ser el ancla del equipo que brilló hace apenas 60 días.