La defensa de los socios de Aurus ante la SVS
En 2013, el directorio de la administradora acordó nombrar a un encargado especial para la gestión de riesgos de los fondos Insignia y Global, lo que se concretó recién en mayo de 2016. Esto es parte de lo que relataron los socios a la Superintendencia antes de que les formularan cargos.
A lo menos desde 2013, en Aurus sabían que uno de sus temas pendientes era contratar a alguien que vigilara que en los fondos Insignia y Global se cumplían los controles internos de riesgo y velara porque las valorizaciones informadas eran correctas, cargo conocido como middle office. Pero no fue sino hasta 2016 que planificaron hacerlo efectivo a contar del segundo semestre de ese año. Pero no alcanzaron, porque a principios de septiembre detectaron valorizaciones de activos falsas y desvíos de dinero, lo que terminó con la gestora reconociendo en octubre que había un fraude cometido por el gerente de inversiones Mauricio Peña y que superaba los US$ 33 millones.
Los antecedentes son parte de las 232 páginas de la formulación de cargos que hizo la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) contra directores y ejecutivos de Aurus, a quienes los acusa de entrega de información falsa e infracciones a la Ley Única de Fondos y otras normas, documento al que accedió La Tercera.
Sobre la planificación de mejora en la gestión de riesgos que se iba a ejecutar en 2016, Sergio Furman, director de la sociedad, declaró en enero de este año que se tomó "luego de la reunión no oficial de cierre de una auditoría realizada por la Superintendencia (en el) último trimestre de 2015, en la que se nos manifiestan ciertas observaciones a la normativa, incorporamos en forma inmediata y como prioridad uno a la planificación 2016 una canta Gantt especial para monitorear los avances respecto a las observaciones de la Superintendencia".
Por su parte, el también director Antonio Cruz dijo que "yo sí estaba en conocimiento de todo esto, no me acuerdo si asistí a la sesión de comité donde se presentó, pero si no asistí estaba en conocimiento de esto antes de que se presentara".
En las declaraciones ante la SVS, uno de los asuntos más consultados era por qué no instalaron el middle office que habían calificado como prioridad en 2013. Cruz reconoce que "la persona encargada fue finalmente contratada en marzo de 2016 (…) y el rol que él partió haciendo fue básicamente el control de operaciones diarias. Él era el que enviaba todas las operaciones a Compass (back office), además instituyó un programa de control de precios, verificaba que las operaciones se efectuaran a precio de mercado en base a un muestreo".
En cuanto a la decisión de contratar a esta persona, dice Cruz, hubo dos factores. "Primero, el fondo Insignia había alcanzado un volumen importante (…) Y la segunda razón, fue que veníamos conversando de lanzar varios fondos nuevos, entiendo que a comienzos de 2015 se promulgó la LUF (Ley Única de Fondos) y esta ley nos daba bastantes oportunidades de generar nuevos fondos que serían interesantes para el mercado".
Juan Carlos Délano, gerente general de Aurus hasta mayo de este año, lo complementó. "Las funciones que desempeñaría serían relacionadas a ser contraparte del área de inversión con Compass de manera de tener mejor segregada las funciones y controles".
Pero, ¿por qué no antes? Cruz explicó que "las labores de middle office estaban repartidas entre algunas que hacía Compass, las mínimas, y otras que efectuaba nuestra área de operaciones". Y Délano declaró que "en una primera etapa dichas funciones fueron en parte apoyadas por el compliance officer y a partir del primer trimestre de 2016 por un funcionario de dedicación exclusiva".
En tanto, fue Alejandro Furman quien, el 8 de enero del año pasado solicitó auditar como proveedor externo a Compass. El 20 de enero de este año, el mismo Furman aclaró que esa auditoría nada tenía que ver con las revisiones a los modelos de valorización, fuentes de precios y modelos establecidos en las planificaciones de 2013 y 2014. Aseguró que, como parte de la mejora de los controles internos, "debía ser auditado Compass, procedimientos, manuales y controles, porque son un aspecto importante dentro de los riesgos a controlar por tratarse de un proveedor de servicios clave y críticos para la gestión del negocio".
Pero todo vuelve a Mauricio Peña, el hasta ahora único condenado penalmente por el caso. Cruz dijo que "ahora, con posterioridad a los eventos del 5 de octubre (…) Supe que efectivamente se había acordado con Compass que Mauricio Peña les proveyera la información de custodia una vez a la semana (…) Si el servicio con Compass se contrató en julio de 2013, esto no pudo haber sido una sorpresa para nosotros en octubre de 2016". Dicha función, según dijo Alejandro Furman el 20 de enero de este año, "contractualmente correspondía a Compass efectuar de manera independiente".
Raimundo Cerda fue más duro. "El directorio y la administración no tenían conciencia de que Peña proveyera de información a Compass, sino hasta el levantamiento de Ximena (Hernández) y una vez descubierto el fraude se hizo evidente que efectivamente Peña durante mucho tiempo entregó información a este proveedor, y que ellos (Compass) sin ningún criterio, aceptaban llanamente".
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